Empeorar antes de mejorar
La venta de acciones y materias primas puede ser tentadora para los alcistas (inversores que piensan que los mercados se incrementarán o especuladores que juegan al alza de valores), pero las caídas podrían fácilmente empeorar.
Los mercados globales han caído un 8% desde el 2 de mayo. El precio del petróleo se desplomó un 19% en el mismo periodo. Son tres los elementos que juegan en la caída de los mercados. La Reserva Federal de EE UU parará con la barra libre de liquidez a finales de este mes. Los datos de la economía global continúan mostrando una desaceleración. Y lo más alarmante de todo, no hay un parche temporal para Grecia. Lo que incrementa el riesgo de un default desordenado en la zona euro que podría cerrar la puerta de los mercados.
Las dos primeras amenazas de los mercados se superarán con el tiempo. Con mucho, el mayor problema es Grecia. Habrá desembolsos de alivio, pero el temor que rodea al país y la periferia del euro perdurará. La UE y el FMI esperarán a que Grecia respalde al Gobierno y a sus nuevas medidas de austeridad. Pero el Ejecutivo heleno es débil, las protestas vehementes, y aún se precisa de un enorme giro fiscal para lograr superávit primarios del 6% del PIB.
El crecimiento global debería finalmente dar tranquilidad y subrayar el valor para los mercados y las expectativas a largo plazo para las materias primas. Pero la situación de la zona euro es, de hecho, sombría, y favorece a los bajistas (especuladores que juegan a la baja en la Bolsa).
Ian Campbell