BBVA y Santander, principales beneficiados del descenso de la prima
El diferencial español vuelve a estar por debajo de los 200 puntos básicos. El coste de financiarse en los mercados se reduce y los bancos españoles se benefician de ello. Ahora la pregunta es, ¿hasta cuándo?
El diferencial del bono español a diez años respecto al bund alemán del mismo periodo vuelve a caer y a recuperar los niveles que muchos analistas declaraban como lógicos en el corto - medio plazo, es decir por debajo de los 200. Esta mejora reduce el coste de financiarse de un país, y por ende de las compañías del mismo. Pero entre todas estas, si hay entidades que dependen del crédito estas son las financieras. Compañías que durante toda la jornada han estado beneficiándose de esta mejora pero que la recogida de beneficios por parte de Wall Street ha truncado. Al cierre del mercado, el comportamiento de los dos grandes ha sido dispar, mientras BBVA ha ganado un 1,02%, Santander ha cedido un 0,4%.
El rebote de la bolsa no impide que los dos grandes se vean beneficiados de esta mejora de la prima. De hecho esta se ha visto reflejada en el abaratamiento de los seguros de impago de deuda de estas entidades. Ambas dos han conseguido reducir en más de 50 puntos la rentabilidad exigida por cubrirse ante su deuda, todo ello en apenas diez días.
Aprovechando estas nuevas ventanas de liquidez, tanto BBVA como Banesto (perteneciente al Grupo Santander) emitieron a yer cédula en unas condiciones bastante buenas. La primera lanzó 2.000 millones de euros a cuatro años al coste más bajo del año spara una entidad española. Mientras tanto, la entidad anteriormente presidida por Ana Patricia Botín colocó 600 millones en su primera emisión del año.
Perspectivas de los analistas
Ahora la duda que se plantea es si esta situación será sostenible en el tiempo. El pasado 2 de febrero, tras el anuncio de la ministra Elena Salgado de las nuevas exigencias de capital al sector financiero , el diferencial consiguió caer hasta los 183 puntos, niveles desconocidos desde el mismo mes de 2010. Una situación muy diferentes se vivía solo tres meses antes con el record de 283 puntos que se alcanzaron el 30 de Noviembre en plena tormenta irlandesa. El mercado actúa por estímulos y sensaciones, unas sensaciones que a veces asemejan al mismo con una montaña rusa.
Los analistas consultados consideran que lo lógico es que las tensiones de la deuda española se vayan relajando, aunque no descartan que puntualmente las tensiones pudiesen reavivarse. "Estaremos pendientes de los datos económicos y del final de las conversaciones sobre convenios colectivos para romper a la baja el nivel de 186 puntos básicos. Aunque en el caso de datos de empleo peores de lo esperado o un desacuerdo en el tema de convenios podríamos ver nuevas dificultades", confirma José Luis Martinez Campuzano, estratega jefe de Citi.
Daniel Pingarrón, de IG Markets va un poco más lejos. "El hecho de que la atención se haya centrado en Japón y Libia, ha mermado la atención sobre la deuda europea, permitiendo una inercia que apunta hacia la tranquilidad. Sin embargo, los requisitos de las pruebas de resistencia europeas se han endurecido bastante, demostrando que las autoridades, no creen en los pronósticos del Banco de España", concluye. Habrá que esperar a ver como evoluciona la situación de Portugal, los test al sector financiero y los acuerdos finales sobre el nuevo funcionamiento del plan de rescate para ver hacia donde se encamina la situación.
Mientras tanto, llegan nuevas noticias positivas. El Tesoro español ha conseguido completar otra buena subasta. Parte media - alta de la tabla de demanda y a un menor interés. Mientras tanto la rentabilidad exigida a países como Alemania o Francia sigue creciendo. Todo ello en vísperas del importante Consejo Europeo del jueves y el viernes en el que se discutirán las ayudas y el reparto del fondo de ayuda permanente a los países en crisis. Un furgón del que España quiere salir a toda costa.