El futuro de las materias primas
El recorrido alcista de los precios parece limitado y un desplome es poco probable
Son una buena inversión las materias primas a los precios actuales? Esta es una pregunta que muchos inversores pueden estar haciéndose ante la nueva escalada del precio del petróleo, el rey de las commodities. En esta ocasión, dichas subidas se han disparado por las revueltas populares en el mundo árabe y han puesto de manifiesto de nuevo que más allá de los diferentes razonamientos que se ofrecen para explicar el ciclo alcista que viene disfrutando en la última década, la inestabilidad política en esta zona sigue haciendo recomendable reducir progresivamente la dependencia del mismo.
Antes de valorar brevemente la cuestión planteada, es conveniente no olvidar que fuertes alzas sostenidas del petróleo han precedido a todas menos una de las recesiones económicas del mundo desarrollado desde la segunda guerra mundial. Por ello, el probable escenario de continuación de la expansión económica para los próximos trimestres puede verse amenazado si el petróleo sube ampliamente por encima de los niveles actuales y permanece en ellos durante un tiempo. Dependerá en gran medida hacia dónde evolucione la situación política.
Los expertos de análisis geopolítico consultados no son capaces de predecir si dichas revueltas pueden extenderse hacia países como Arabia Saudí, Irán y Argelia, que esta es la clave del asunto. Por el contrario, sí destacan las grandes diferencias que existen entre los países y los elementos positivos en cuanto a la naturaleza verdaderamente popular y de petición de mayor justicia y libertad que se observan. Por ello, le dan una probabilidad relativamente reducida a una extensión generalizada de los conflictos violentos como en Libia.
Volviendo a la inversión en materias primas, repasemos los argumentos más difundidos para explicar su indudable buen comportamiento en la última década y su potencial continuación. El primero es el de la presión de la demanda por el fuerte crecimiento de los países emergentes, al que no puede responder una oferta afectada por su rigidez, supuesta escasez y su falta de inversión en el pasado. Siendo el crecimiento de la demanda de los países emergentes cierta, también lo es que los países desarrollados han aumentado su eficiencia energética y consumen menos, por lo que la demanda global queda atemperada. En el último año, los datos de crecimiento de la oferta y reservas han sido notables así como el potencial de exceso de producción. Con estos datos parece difícil justificar subidas en el precio de más de un 300% desde finales del 2008 o de 10 veces desde finales de los noventa.
Otro argumento es el que culpa a la especulación financiera. Indudablemente el crecimiento de los activos financieros ligados a las materias primas ha sido muy importante. Los mercados de derivados financieros han florecido al calor de extraordinarios aumentos en los activos gestionados en fondos de inversión ligados a materias primas o productos y fondos cotizados.
El oro ha sido probablemente la estrella en este apartado, aunque no se pueda considerar una materia prima como tal. Sin embargo, aunque este desarrollo pueda haber exacerbado la escalada de los precios en determinados momentos, no parece ser capaz de explicar el grueso del ciclo alcista. Varias han sido las instituciones, como el propio FMI por ejemplo, que han analizado dicha relación y no han podido llegar a ningún resultado concluyente. Algún estudio técnicamente riguroso, como uno realizado por el Banco Central de Italia en el otoño del 2009, sobre materias primas agrícolas, tampoco ha sido capaz de encontrar correlaciones significativas. En realidad, quizás el crecimiento de los derivados financieros no sea más que respuesta a la pujanza del subyacente.
El tercer argumento hace referencia a los tipos de interés. Hemos vivido en la pasada década y seguimos viviendo un entorno de bajos tipos de interés nominales y reales y ello favorecería la valoración de las materias primas. En este entorno, las razones ofrecidas son múltiples, y van desde la búsqueda por parte de los inversores de activos con mayores rendimientos y capacidad de cobertura contra la inflación, hasta el aumento del atractivo de almacenarlas, pasando por su negativo efecto en el dólar, la divisa en la que están denominadas. Ninguna razón es concluyente.
Probablemente, el factor principal para este recorrido alcista se puede encontrar en el largo periodo anterior de precios deprimidos y que culmina con precios de extrema infravaloración alrededor de los 10 dólares por barril a finales de 1998. Su recorrido alcista desde los precios actuales parece limitado, salvo negativos hitos geopolíticos, pero su desplome parece poco probable mientras la expansión económica continúe. Comprar en las correcciones puede ser la estrategia más adecuada para los inversores más activos.
Juan Manuel Vicente Casadevall, EAFI, Kessler & Casadevall Asesoramiento Financiero
Fórmulas de inversión
-En el gráfico central se muestra la rentabilidad acumulada de los últimos 10 años en euros, a través de los índices Lipper, de los fondos de renta variable global, los fondos de renta variable del sector de materias primas y los fondos que invierten directamente en futuros de materias primas.- Llamará la atención del lector el pobre comportamiento de estos últimos. Las razones hay que buscarlas en el llamado efecto contango de los futuros de materias primas y en la debilidad del dólar en el periodo. La supuesta des correlación del activo tampoco es evidente.- Para los inversores que apuesten por las materias primas, los fondos de Bolsa sectorial pueden ser la mejor opción.