La inflación acecha a los emergentes
Las historias felices tienen sus desventajas. La inflación de las economías emergentes con un crecimiento rápido está por debajo de la media. El aumento de los tipos de interés y una liquidez apretada son una amenaza para sus mercados de valores. Brasil puso de relieve el problema esta semana, cuando elevó su tasa Selic un 0,50% hasta el 11,25%. El coste de la vida aumentó un 5,9% en 2010 cuando la economía crecía cerca del 8%. Brasil no es el único que siente la presión inflacionaria. En Rusia e India la inflación supera el 8% y en China es del 4,6%.
En general, las economías emergentes se han beneficiado enormemente de la explosión de precios de los productos básicos, pero ellos también sienten el impacto inflacionario del petróleo y de los alimentos más costosos. Y, a diferencia de las economías desarrolladas, sus altas tasas de crecimiento echan más leña al fuego. Existe el riesgo de una inflación galopante. La política ha de ser más severa, a pesar de que esto podría agravar otra tendencia preocupante: los flujos especulativos y la apreciación de la moneda.
Fue Guido Mantega, ministro brasileño de Hacienda, el primero que habló de una "guerra de divisas", lamentando la apreciación del real brasileño. La moneda ha subido nominalmente más de un quinto frente al dólar desde finales de 2007. Brasil ha experimentado frecuentemente con restricciones ad hoc a la entrada de dinero caliente. Pero el banco central de Brasil está dejando clara su opinión: subirá los tipos para hacer frente a la inflación, incluso si la apreciación cambiaria adicional es un peligro.
Turquía sorprendió el 20 de enero con la reducción de un 0,25% hasta el 6,25%, al tiempo que buscaba elevar los requisitos de las reservas bancarias. Las acciones poco ortodoxas son arriesgadas. Un crecimiento desenfrenado podría terminar en déficit comercial, y la inflación sigue subiendo mientras los bonos públicos caen, incrementando los costes de la deuda.
Turquía es el valor atípico. La presión inflacionaria de los mercados emergentes ya ha dado lugar a subidas de tipos y provocará más. Mientras tanto, la valoración media de sus equities se acerca ahora a la de las economías desarrolladas. Una mejor perspectiva a largo plazo podría justificar eso. Pero, como en las economías desarrolladas, cuando suben las tasas de interés, los mercados de valores y otros activos tienden a sufrir. Es un error asumir que las economías emergentes históricamente volátiles son inmunes a eso.
Por Ian Campbell