El Ecofin retoma la batalla para restaurar la credibilidad del euro
El Ecofin retomó ayer la ofensiva para intentar recuperar la credibilidad de la Unión Monetaria. Los ministros de Economía prepararon un endurecimiento de los test de estrés para el sector bancario, que se completarán con pruebas de liquidez, y una ampliación del fondo de rescate de la zona euro que podría cerrarse el próximo mes de marzo.
La primera reunión del año de los ministros de Economía de la UE (Ecofin), celebrada ayer en Bruselas, retomó la lucha para estabilizar la Unión Monetaria. Aunque los ministros insistieron en que la zona euro no atraviesa ninguna crisis, sino que algunos de sus socios sufren una crisis de deuda soberana, lo cierto es que el Ecofin de ayer, como el Eurogrupo del día anterior, ratificó la necesidad de un plan de choque que estabilice los mercados. "Hace falta una respuesta global", señaló al término de las reuniones el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn. "Hemos logrado progresos el lunes y martes en ese sentido y hace falta rematarlos lo antes posible".
El plan de choque, negociado durante dos días consecutivos por los ministros, incluye, entre otras medidas, el reforzamiento del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera hasta 2013; la sustitución de ese fondo temporal por otro permanente a partir de ese año; la reforma del Pacto de Estabilidad; y la tercera oleada de tests de estrés del sector bancario tras las pruebas realizadas en 2009 y 2010.
Los cuatro ejes confluirán a finales de marzo, en la cumbre europea prevista para los días 24 y 25 de ese mes. Pero las reuniones de los ministros de esta semana han dejado claro que los acuerdos requerirán todavía un gran esfuerzo de negociación.
La metodología de las nuevas pruebas de estrés, en concreto, fue objeto ayer de debate durante el desayuno de trabajo de los ministros y no se llegó a ninguna decisión concluyente.
En los puntos de fricción destaca la intención de Bruselas de añadir a las pruebas de solvencia realizadas el años pasado a 91 entidades europeas una verificación de su liquidez.
El nuevo baremo, con toda probabilidad, no se incluirá en los test de estrés, pero se evaluará de manera paralela. La Unión no ha decidido todavía si los resultados de esa prueba complementaria se harán públicos o no. La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, se mostró convencida, en cualquier caso, de que el sector español, incluida las cajas, superarán sin dificultades los nuevos exámenes.
El Ecofin también debatió, sin llegar a una conclusión, la posibilidad de reflejar con más detalles la exposición de la banca europea a los títulos de deuda soberana, para computar no solo los del trading book o disponibles para la negociación (como se hizo el año pasado) sino también los que el banco prevé mantener en su cartera a largo plazo.
Rescates
Los ministros de la eurozona también abordaron la ampliación de los recursos efectivos del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, mermado por los avales necesarios para lograr la triple A de sus emisiones. La ampliación podría aprobarse en marzo, días antes de importantes vencimientos de deuda pública y privada en España y Portugal. Bruselas deseaba cerrar un acuerdo en la cumbre europea del 4 de febrero. Pero Alemania prefiere mantenerlo en el aire como baza de negociación para un reforzamiento del Pacto de Estabilidad.
Bélgica y Eslovaquia pugnan por entrar en el BCE
Bélgica y Eslovaquia han presentado sendas candidaturas para ocupar el puesto que el próximo mes de mayo quedará libre en el Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo. Ninguno de los dos países ha contado nunca con uno de sus ciudadanos en ese órgano de dirección permanente de la autoridad monetaria. En principio, el aspirante belga, Peter Praet, director ejecutivo en el Banco Nacional de Bélgica desde hace una década, podría ser el favorito, porque su país pertenece a la Unión Monetaria desde su fundación en 1999. Bélgica, además, ya ha intentado en otras dos ocasiones sin éxito entrar en el directorio del emisor.Eslovaquia, en cambio, adoptó el euro hace solo dos años y es la primera vez que aspira a un alto cargo. Bratislava puede pagar también su reciente resistencia a participar en el rescate de Grecia, otro socio de la zona euro.Pero a favor de la candidata eslovaca, Elena Kohutikova, antigua subgobernadora del Banco central de su país, puede jugar, además de su experiencia, el equilibrio (o más bien el desequilibrio) de género en la cúpula del BCE.Entre los seis miembros del Comité Ejecutivo solo hay una mujer, la austriaca Gertrude Tumpel-Gugerell, cuyo mandato expira en mayo y es la vacante a cubrir. Ella misma sustituyó en 2003 a la única mujer, la finlandesa Sirka Hämäläinen, que participó en el primer Comité Ejecutivo del BCE.Los ministros de Economía de la zona euro (Eurogrupo) serán los encargados de revisar las dos candidaturas y elegir la que consideren más oportuna.La decisión será la antesala de la gran batalla para relevar al presidente, Jean-Claude Trichet, el 1 de noviembre de este año.