España paga a Areva 65.000 euros diarios por los residuos de Vandellós
Tal como se preveía, a la vista del retraso en la construcción del almacén de residuos radiactivos (ATC), España tiene que pagar una fianza de casi 65.000 euros diarios a Francia por los residuos de Vandellós I que custodia el grupo estatal Areva en su planta de Normandía. Estos residuos deberán guardarse en el futuro ATC, un proyecto que el Gobierno mantiene paralizado.
Los residuos radiactivos de la central nuclear Vandellós I, cerrada y desmantelada tras el grave accidente que sufrió a finales de los años ochenta, deberían haber vuelto a España antes del pasado 1 de enero. Así figura en el contrato firmado con el coloso francés Areva, fabricante del reactor, que se hizo cargo del reprocesamiento y la custodia de los desechos de la vieja planta ubicada en las costas de Tarragona.
El retraso en la aprobación de un lugar para levantar el futuro Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos radiactivos y su construcción, que podría prolongarse durante dos años, ha impedido la repatriación del combustible reprocesado en la planta de La Hague, en Normandía, propiedad de Areva. El contrato firmado en su día establece una penalización de 64.970 euros por cada día de demora, hasta un plazo añadido de otros cinco años. Si antes de que acabe ese nuevo periodo España recupera los residuos de la malhadada central, este aval le sería devuelto. Eso sí, según fuentes empresariales, "después de hacer una evaluación y restar los costes financieros". El dinero procede del fondo para el desmantelamiento y residuos que gestiona Enresa.
Una directiva europea aprobada en 1991 y 2006 obliga a cada país a hacerse cargo de sus propios desechos atómicos y establece el tiempo y las condiciones para la devolución de los residuos a los países de origen.
La Hague alberga los residuos que quedaron del reciclaje del combustible de Vandellós I. En su reprocesamiento Francia se quedó con el uranio (un 95% del combustible usado) y el plutonio (un 1%), pero el resto de desechos fisibles (un 4% que se mezcla con vidrio) debería haber retornado antes del 31 de diciembre de 2010. Y, como tope máximo, previo pago de la fianza de los casi 65.000 euros diarios, antes de que acabe 2015. Se desconoce el número de contenedores que volverán, aunque fuentes del Gobierno aseguran que son 84.
Un proyecto empantanado
El futuro ATC albergará las 6.700 toneladas de residuos del parque nuclear español y supondrá una inversión de 700 millones de euros. Aunque cuenta con ocho municipios dispuestos a albergarlo, el proyecto se encuentra estancado en el Consejo de Ministros desde hace dos meses. La oposición de todas las comunidades autónomas donde se ubican los pueblos aspirantes ha maniatado al Gobierno, que sigue confiando en aprobar su emplazamiento.
El municipio con más posibilidades era Zarra, en Valencia, ya que el parlamento valenciano no se había opuesto. Sin embargo, tras conocerse la intención del Gobierno, la Generalitat lo rechazó frontalmente. Las comunidades pueden paralizar el proyecto negando las autorizaciones pertinentes, salvo que el Ejecutivo lo considere de interés general.
En todo caso, una nueva directiva en proyecto va a exigir que los países fijen en el medio plazo la ubicación definitiva (no ya temporal) de los desechos atómicos, por lo que se podría considerar que el proyecto de ATC podía perder su sentido.
El fondo de Kuwait entra en el capital de Areva
El fondo soberano de Kuwait (KIA) y el Estado francés firmaron el pasado mes de diciembre un pacto accionarial en torno a Areva. El primero va a aportar 600 millones de euros y el Estado galo otros 300 millones dentro del proyecto de recapitalización del fabricante de reactores nucleares. De esta manera, KIA adquiere un 4,8% de Areva.El Estado francés ha justificado este primer aumento de capital en la necesidad de proporcionar a Areva los medios suficientes para financiar un programa de inversiones particularmente ambicioso, según comunicó hace varias semanas un portavoz del grupo.Aunque en un principio estaba previsto que participaran en la operación el fondo soberano de Qatar y el grupo japonés Mitsubishi, finalmente, se descartó alegando conflicto de intereses. Qatar valoró Areva en unos 8.000 millones y además exigió que su inversión estuviera respaldada por los contratos de minería de uranio, a lo que Francia se negó.La recapitalización de Areva había sido anunciada en junio del año 2009 con el objetivo de abrir un 15% del capital a la inversión privada para conseguir entre 1.500 y 3.000 millones de euros.Las necesidades de capital de Areva se deben fundamentalmente a las pérdidas por la construcción de la central nuclear de Okilouto, en Finlandia, que comenzará a funcionar en 2012. Se calcula que el coloso galo tienen provisionadas pérdidas por este proyecto de 2.700 millones.Con la ampliación de los 900 millones de diciembre podría cuadrar las cuentas de 2010. En cualquier caso, ahora dicen que ésta es solo la primera fase de una ampliación que continuará este año.
La cifra
23,7 millones será el pago anual a Areva por albergar los residuos de Vandellós I. La cantidad es una fianza que podría prolongarse hasta 2015.4% es la parte del combustible reprocesado que volverá. Un 95% es uranio y otro 1% plutonio, que se ha quedado Francia.