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Aeronáutica militar

La pugna por el contrato de los tanqueros se enmaraña

Los apoyos políticos de EADS y Boeing en EE UU elevan el tono de su disputa en las Cámaras legislativas

El contrato multimillonario para renovar la flota de aviones cisterna de la Fuerza Aérea estadounidense (USAF) se vuelve a enmarañar. EADS y Boeing están moviendo los hilos en el campo de sus apoyos políticos para hacerse con una adjudicación que rondará los 40.000 millones de dólares (30.545 millones de euros). Y el tono de la pugna se está elevando a medida que se acerca la fecha en la que se conocerá quién se alzará con la victoria en la licitación.

Así, en primer lugar, los partidarios de Boeing han logrado que la Cámara de Representantes apruebe una iniciativa que para que la USAF haga un cálculo sobre las ayudas recibidas por Airbus (filial aeronáutica de EADS) que la Organización Mundial del Comercio considera ilegales e informe al Congreso sobre su posible impacto en el concurso.

Que se tenga en cuenta este punto de las ayudas es una de las batallas que vienen manteniendo los defensores de Boeing pese a que el Pentágono ha dejado claro que no será una variable que pesará para penalizar, en su caso, a las empresas a la hora de valorar sus ofertas.

La iniciativa, impulsada por los representantes demócratas Jay Inslee y Rick Larsen (elegidos por el estado de Washington, uno de los bastiones de Boeing), pudo salir adelante aprovechando un procedimiento legislativo abreviado que no es habitual utilizar para este tipo de asuntos y sobre el que los republicanos no repararon. Máxime dado que la iniciativa se votó la semana pasada, en plena efervescencia prevacacional, antes de Navidad.

La segunda iniciativa a nivel político se ha tomado tras el error cometido hace unas semanas por los responsables de la USAF encargados de valorar las propuestas de EADS y Boeing, cuando remitieron datos de las ofertas de cada empresa a su rival. Los técnicos de Boeing no llegaron a leer los datos enviados por error pero EADS sí tuvo acceso a la información de su competidor.

El presidente de la comisión de Fuerzas Armadas del Senado, Carl Levin, se ha comprometido a celebrar, al menos, una audiencia el próximo 1 de febrero para tratar de aclarar si, en este caso, se han respetado las leyes y las normas previstas en el concurso. Levin ha tenido que tomar esta decisión a instancias de la senadora demócrata María Cantwell, también electa por Washington.

Todos estos movimientos se van a traducir, probablemente, en una demora de la adjudicación, que se podría retrasar a febrero.

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