Merrill recorta su valoración de la banca española
Los problemas de financiación y el deterioro de los activos son aspectos clave de la banca española, agravados por el riesgo soberano. En este contexto, Bank of America Merrill Lynch recorta el precio objetivo de los bancos y solo aconseja la compra de Santander.
El riesgo soberano y la percepción de los mercados sobre la capacidad de España para hacer frente a su deuda y recortar su déficit son el elemento que marca la evolución bursátil de la banca española y que va a seguir determinando su marcha. Bank of America Merrill Lynch señala que la banca española ha perdido en Bolsa en el año el 27%, y destaca que la elevada correlación del bono español con la evolución de la banca, de un 66%.
La firma estadounidense apunta que las principales preocupaciones de los inversores se centran en la financiación de la banca española, la calidad de sus activos y en la reestructuración de las cajas. Y en un entorno de incertidumbre, ha decidido recortar su valoración para el conjunto de los bancos. Así, el precio objetivo de Bank of America Merrill Lynch para Santander pasa de 12,09 a 11,14 euros; el de BBVA de 10,83 a 10,14 euros; el de Popular de 4,61 a 4,49; el de Banesto, de 6,90 a 6,82 euros; el de Sabadell, de 3,29 a 2,91 euros y el de Bankinter, de 4,17 a 4,06 euros. Además, ha rebajado su estimación de beneficio por acción en 2011 y 2012 en un 9% de media, a la vista de la caída del margen de intereses y de las mayores provisiones por morosidad y por las dotaciones de la cartera inmobiliaria. Tras estas revisiones, las estimaciones para la banca doméstica en los dos próximos años quedan un 10% por debajo del consenso.
Solo recomienda la compra de acciones de Santander; su posición es neutral respecto a BBVA y negativa, con recomendación de infraponderar, para la banca mediana. De nuevo, la exposición internacional salva de la quema a los dos grandes bancos y contribuye con el 65% a la previsión de la firma de beneficio por acción de Santander y con el 51% en el caso de BBVA. Incluso en el supuesto de valorar a cero el negocio doméstico de la red Santander, Banesto y la filial de Portugal, el precio objetivo para Grupo Santander estaría apenas un 16% por debajo de la valoración que le concede la firma y aún dejaría un potencial alcista para el valor del 15%.
La posición de liquidez es resistente pero seguirá bajo presión en 2011
En cambio, la cotización de BBVA está más vinculada al riesgo soberano, y solo en el supuesto de que éste remita, podría aflorar todo el potencial de subida del valor. Mientras tanto, Bank of America Merrill Lynch recuerda que, a pesar de la barra de liquidez del BCE, las presión sobre la banca española para financiarse persiste. La firma calcula que el sector afronta vencimientos de deuda a medio y largo plazo en 2011 por importe de 77.000 millones de euros, una cantidad similar a la que obtiene ahora del BCE, si bien no se renovaría más allá de entre el 70% y el 80% de esos vencimientos, según Merrill. En su opinión, la posición de liquidez de las instituciones financieras españolas en el próximo año será resistente pero no quedará ni mucho menos libre de presión.
En cuanto a los riesgos inmobiliarios, verdadero lastre para el sector, la firma asume unas previsiones más severas que las del test de estrés realizado en verano por el Banco de España. De hecho, prevé una pérdida de valor del 28% en la vivienda terminada, del 50% en la vivienda en construcción y del 61% en el precio del suelo respecto a los máximos del ciclo.
Necesidad de capital para las cajas de hasta el 4% del PIB
Las cajas de ahorros son el eslabón más débil del sistema financiero español. Soportan el 65% del volumen de activos inmobiliarios con problemas -cifrados en 1801.000 millones de euros, en línea con los cálculos del Banco de España- y acaparan el 75% de la liquidez que solicita el conjunto del sector al Banco Central Europeo, según cálculos de Bank of America Merrill Lynch.La firma estadounidense establece que, en un escenario de estrés severo, las cajas de ahorros afrontan una necesidad de capital equivalente a entre el 3% y el 4% del PIB español. Apunta además que en 2011, las cajas de ahorros deberán responder a un volumen de vencimientos de deuda a medio plazo de 31.000 millones de euros, por debajo de los 46.000 millones de los bancos.