La Barcelona World Race refuerza los elementos de seguridad de sus regatas
Antes de empezar la regata, todos los barcos pasan un test de estabilidad donde se comprueba cómo el barco se endereza solo, en caso de vuelco.
El test consiste en diferentes pruebas de escora, pero la más espectacular es la de los 180 grados, en la que se vuelca el barco hacia abajo -sin palo- y, simplemente por el peso de la quilla, debe volver a ponerse en pie.
Los Open 60 deben llevar unas mamparas anticolisión que garantizan que el barco no se llenará de agua o tardará mucho más tiempo en hacerlo, en caso de choque con algún objeto o fisura del buque, dejando tiempo a los equipos de rescate para ir a buscar la tripulación.
Los Imoca 60 llevan además una baliza Argos que es un emisor vía satélite de la posición del barco.
Las balizas Argos se utilizan como elemento de seguridad para controlar la posición del barco en caso de emergencias y también para hacer un seguimiento de la regata desde tierra.
Los Open 60 disponen también de radiobalizas, que son unos elementos que se activan en caso de emergencia y de necesitar un rescate. Envían, pues, una señal de socorro a las estaciones de salvamento, momento en que se activa el plan de rescate.
Igualmente, todos los barcos que participan en la Barcelona World Race llevan una balsa de salvamento. Se trata de una pequeña embarcación que se hincha automáticamente, en cuyo interior hay material de supervivencia para estar un tiempo mientras llegan los helicópteros de rescate.
En su interior se pueden encontrar tanto alimentos como material sanitario, mantas, bengalas de emergencia
Los Open 60 llevan también anclas, fondeos y amarres con cabos y cadena necesarios por si tienen que detenerse para hacer reparaciones.