Seguridad en los bonos
Gracias a Basilea III y a las nuevas normas de EE UU, los bancos tendrán que acostumbrarse a tener mayores reservas de capital y deudas menores. La banca está buscando vías de financiación eficientes. Cuando el polvo se disipe, un sistema financiero más modesto recompensará, probablemente, a los tenedores de bonos. Los inversionistas en acciones no corren con igual suerte.
El actual aluvión de ganancias de los bancos estadounidenses en el tercer trimestre dará a los inversores y analistas una visión anticipada de lo que un régimen más estricto provoca en la rentabilidad de los bancos y en la salud de sus balances. Los inversores de bonos deberán adaptarse al ajuste de los planes de financiación bancarios para hacer frente a los cambios normativos. Por ejemplo, los valores fiduciarios preferentes, o trups, no serán calificados como capital regulador de nivel superior hasta 2013. Los más de 100.000 millones de los bancos de EE UU pendientes de trups tendrán que ser refinanciados o reembolsados. Comerica es un ejemplo. Este mes reembolsó 500 millones de dólares por este tipo de obligaciones. Barclays está considerando un nuevo tipo de instrumentos relacionados con los llamados bonos convertibles contingentes que podrían aumentar su capital sin su emisión directa.
Los inversores en acciones son menos optimistas. Han experimentado la disolución, ya que los bancos de EE UU han elevado en miles de millones las acciones comunes para satisfacer las necesidades de mayor capital sugeridas por los test de estrés. La regulación amenaza ahora con institucionalizar el modelo de negocio de bajo riesgo, al menos en algunos grandes bancos. Los inversores no han escuchado la última palabra al respecto y los cambios más importantes se iniciarán en 2013.
Por Guest Author