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A fondo

El comercio textil renace a la estela de Abercrombie

No es el momento para cantar victoria. Ni mucho menos. Pero es cierto que algunos operadores del sector inmobiliario empiezan a ver la luz al final del túnel. Y todo gracias, en gran medida, a Abercrombie & Fitch (A&F). El grupo textil estadounidense confirmó hace meses que en verano de 2011 va abrir su primer establecimiento en España, después de paralizar su desembarco varios años debido al desplome del consumo. Y, a partir de ese momento, la llegada de empresas foráneas se ha acelerado, sin prisa pero sin pausa.

A Abercrombie & Fitch -que ya está en España de la mano de su rama comercial más joven Hollister- se van a sumar multinacionales como Forever 21, que va a aprovechar el auge de la moda de bajo coste, y de su competidora irlandesa Primark que también otea el mercado a la caza de oportunidades en el centro de las principales ciudades. Sin olvidar a la tecnológica Apple o a la también textil GAP que finalmente parece haber retomado sus planes en Europa.

"Hacía falta alegría, que llegaran empresas internacionales que animen la actividad, porque las españolas hace tiempo que frenaron en seco sus planes de expansión y, las que pueden invertir, prefieren hacerlo fuera de España", aseguran desde una de las principales inmobiliarias del sector retail. Pero no hay que echar las campanas al vuelo. El mercado inmobiliario ha tocado suelo, pero sólo en el sector denominado prime. Es decir, los locales mejor situados en las principales calles comerciales de Madrid y Barcelona. Donde todas las cadenas de distribución quieren estar y a los que muchas no podían acceder en pleno boom inmobiliario. Sin embargo, estos locales no han sido inmunes a la crisis y su valor, en los últimos años, ha llegado a recortarse hasta un 10%, según los cálculos elaborados por la firma de inversión inmobiliaria Redevco. "Las cosas no están para tirar cohetes y no estamos ni mucho menos como en 2005, pero las rentas en prime o están planas o registran un ligerísimo crecimiento", justificaba el director general de Redevco España, Javier Hortelano. Actualmente, la calle más disputada es la barcelonesa Portal del Ángel cuyos alquileres comerciales se han encarecido, en sólo un año y pese a la crisis, cerca de un 13%, según la firma inmobiliaria Cushman & Wakefield.

Dentro del sector, algunas voces creen que si Abercrombie & Fitch hubiese llegado a España antes de la crisis no habría tenido tan fácil acceder a un local como el elegido para abrir su primera tienda en Madrid: un antiguo palacete en la plaza del Marqués de Salamanca. Un inmueble en una de las zonas más caras de la capital, que en los últimos años no ha tenido actividad comercial, sino que ha sido utilizado para todo tipo de actos sociales desde presentaciones a subastas. Otras voces dudan de la idoneidad de este emplazamiento, ya que no está ubicado en el corazón de Ortega y Gasset, la arteria del lujo madrileño, en cuya nómina de tiendas están Chanel, Jimmy Choo o Versace.

Pero no es oro todo lo que reluce. Mientras que las principales vías comerciales parecen ver el sol después de la tormenta, no ocurre lo mismo con las zonas menos representativas. En ellas, la caída de precios se sitúa en una media de entre el 10% y el 15% y, al menos hasta la fecha, no han tocado fondo. El motivo: la economía española aún genera muchas dudas fuera de nuestras fronteras. "En los inversores pesa mucho la deuda y el desempleo", asume una de las firmas especialistas del sector. Es decir, las calles comerciales premium son una oportunidad por sus bajos precios, si bien más allá de éstas los inversores se dejan llevar por la incertidumbre.

Por ejemplo, Apple ha abierto su primera tienda en Madrid en el centro comercial Xanadú, situado a las afueras de la capital donde tiene la ventaja de poder abrir todos los días del año, gracias a la pista de nieve que convirtió la gran superficie en un emplazamiento de interés turístico. Sin embargo, el gigante de la manzana aún no ha encontrado una ubicación acorde a sus intereses en el centro de la capital, pese a llevar meses evaluando distintas posibilidades. En Barcelona, Apple ha inaugurado un local en el centro comercial La Maquinistas y, todo hace indicar, que también abrirá otro en el Paseo de Gracia. Si se cumplen sus intenciones, la empresa encabezada por Steve Jobs alcanzará la docena de locales en España en sólo dos años.

Pero mientras desde fuera se mira a España con interés, las empresas nacionales prefieren afianzarse en el extranjero. Por ejemplo, Inditex reconocía en su última presentación de resultados que durante el primer semestre de su ejercicio no abrió ningún establecimiento en España. Un mercado donde la multinacional gallega tiene difícil encontrar localizaciones premium en las principales ciudades, simplemente, porque ya tiene presencia en casi todas las vías comerciales. De hecho, la multinacional abre el 95% de sus nuevas tiendas (de cadenas como Pull & Bear o Massimo Dutti) fuera de su mercado doméstico.

En los próximos años no sólo Abercrombie & Fitch puede suponer un aliciente para que Inditex vuelva a dirigir sus pasos a España. La californiana GAP -su principal rival junto a la sueca H&M- vuelve a mirar a Europa. Acaba de desvelar su plan para vender online en los principales mercados del viejo continente, mientras que Italia será su siguiente mercado en cuanto a tiendas a pie de calle. España podría ser su siguiente paso.

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