Ferrovial cobra su peaje canadiense
La venta en Toronto impulsa al valor a niveles de abril.
No por anunciado, el acuerdo que acaba de cerrar Ferrovial le ha resultado menos provechoso. La compañía de Rafael del Pino informó el martes de la venta de un 10% de la autopista canadiense 407 ETR de Toronto, de la que poseía un 53,2%. La transacción conlleva unos beneficios directos de 640 millones de euros, pero la compañía cifra en 2.470 millones las plusvalías totales que le reportará por la revalorización de todo el proyecto. Los inversores han aplaudido la venta con un alza del 2,28% el martes y del 3,19% ayer, que elevó el precio de la acción hasta los 7,409 euros. El valor recupera así una cota que había perdido el pasado abril, cuando comenzó a caer hasta 4,8 euros de junio.
Cintra, la filial de Ferrovial, cerró el pacto con un fondo de pensiones canadiense que ha ido entrando en la autopista hasta hacerse el martes con el 40%. "Nuestra intención es destinar los fondos resultantes de la operación a otros proyectos, así como a la amortización de deuda corporativa", señala Íñigo Meirás, consejero delegado de Ferrovial.
Desde Banco Sabadell destacan el papel que han jugado las últimas desinversiones de la compañía. A mediados de septiembre Ferrovial obtuvo 1.113 millones con la venta del 60% de su filial chilena. Este mes, además, BAA, la rama aeroportuaria de Ferrovial, se deshizo de su participación en el aeropuerto de Nápoles, sumando otros 150 millones de euros. Para los analistas de Sabadell, estas operaciones y el rédito obtenido con la autopista otorgarán "más flexibilidad" a la hora de estudiar una mejora en su política de dividendos.
En cualquier caso, dado que "Ferrovial ya no cuenta con vencimientos significativos hasta 2012", los expertos de Sabadell consideran que la empresa ha reducido de forma importante su perfil de riesgo financiero y se reafirman en su recomendación de comprar, con un precio objetivo de 10,73 euros. No lo tienen tan claro en Citi cuya estimación sobre el precio de la acción es de 10 euros, que podría llegar a 11 de no ser por la percepción de "riesgo alto" que dan a la compañía. Entre las razones para esta valoración destacan la delicada situación del sector construcción, su dependencia del sector público y el endeudamiento de BAA. En todo caso, de los 23 analistas que siguen el valor, 19 apuestan por comprar sus acciones, frente a los dos que sugieren mantener, con sólo una recomendación de venta. El precio de consenso es de 9,62 euros.