"Obama lo tendrá más difícil desde ahora"
El promotor de la mayor reforma financiera en 80 años analiza la situación en su país
Su nombre aparece junto al del congresista Frank en la denominación de la mayor reforma financiera en Estados Unidos desde la Gran Depresión. En enero se despide del Senado, tres décadas después de ser uno de los únicos dos demócratas elegidos en 1980, en plena revolución reaganiana. De visita por Europa para explicar la reforma, el fin de semana pasado participó en un encuentro con un reducido grupo de periodistas en Madrid.
¿Qué sabor de boca le deja la reforma?
Creo que logramos un hito importante. Tuvimos grandes dificultades, como negociar uno a uno los 60 votos del Senado y confrontar al mayor lobby de la historia, 10.000 personas contratadas por la industria financiera. Con todo, en las 25.000 páginas de legislación hemos logrado avances sustanciales en protección al consumidor, transparencia en los instrumentos exóticos y supresión de la noción de too big to fall demasiado grande para quebrar .
"Daba miedo oír que un secretario del Tesoro no sabía lo que es un CDS"
¿A qué tuvo que renunciar para lograr el acuerdo?
De haber sido rey, hubiera recortado el papel de la Reserva Federal, sacándola del día a día para devolverla a su papel de dirección de la política monetaria y supervisión de las grandes entidades. En el texto final tiene mucho poder, aunque sea repartido.
¿No ha echado de menos alguna solución mejor para las agencias de calificación, como crear un organismo público que evite conflictos de intereses?
Es cierto, esa ha sido una de las grandes frustraciones. Dedicamos días a discutirlo, pero no había muchas ganas de crear una entidad pública, que difícilmente tendría capacidad para calificar a pequeñas empresas. Hemos dado a la SEC (equivalente a la CNMV) la autoridad para que arbitre una solución que reduzca los conflictos de intereses, partiendo de una que me convence poco, como es un sistema de sorteos que impida predeterminar la agencia.
Han tratado de acotar la ingeniería financiera...
Había que hacer algo con los instrumentos exóticos. Al ex secretario del Tesoro Bob Rubin le preguntaron una vez qué es un credit default swap (CDS), y contestó que no estaba seguro. Daba miedo oírlo, porque si alguien que ha sido responsable del Tesoro y de Goldman Sachs no sabe lo que es, tenemos un problema. Reforzamos la transparencia, para que todos sepan de verdad lo que se están jugando.
¿Se evitarán más casos como Lehman Brothers?
La opinión pública se enfadó con mucha razón en 2008 porque, mientras perdía su empleo o su vivienda, se salvaba con sus impuestos a grandes instituciones financieras. Tuve que escribir la ley de Estabilización Económica de Emergencia, 40 días antes de la elección de Obama, porque no hubo más remedio: el 18 de septiembre, en una reunión con el secretario del Tesoro y una docena de congresistas, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, -un hombre poco dado a la hipérbole- nos lo dijo muy claro: "Si no hacéis algo en los próximos días, el sistema financiero global se fundirá". Aquello fue un 11-S económico, y por eso hemos introducen severas penalidades para los que opten por ponernos a todos en peligro.
¿Cómo puede quedar la capacidad política de Obama a partir de las legislativas de noviembre?
El senador Moynihan dijo una vez que un presidente tiene dos años para hacer algo realmente importante, porque es casi imposible que gane poder en las legislativas, y a partir de entonces piensa principalmente en la reelección; si la logra, en los siguientes cuatro años es un pato cojo lame duck, condicionado por no poder volver a presentarse. Estoy de acuerdo con él, así que creo que Obama lo tendrá más difícil a partir de ahora pase lo que pase. Ahora bien: si nos preguntamos si ha hecho cosas importantes... ¡desde luego que sí! Sólo hay que ver la reforma financiera y la de sanidad, que ha esperado 60 años.
"Zapatero mira al largo plazo, pese al desgaste"
En el marco de su gira por Europa, Dodd se ha encontrado con los presidentes de los principales organismos reguladores, con los que ha contrastado su reforma financiera. "He obtenido respuestas muy favorables en París, Londres y Bruselas, y he constatado que las reformas en curso en la UE van en la misma línea", explica. Además, Dodd se reunió el viernes con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero: "Ha tomado decisiones muy difíciles que no le van a ayudar a ganar las elecciones, pero son medidas necesarias y valientes. Su presidente tiene la vista puesta en el largo plazo".En cuanto al debate UE-EE UU sobre retirada o mantenimiento de estímulos fiscales, Dodd no cree en ninguna de las dos soluciones puras. "Europa puede condicionar su crecimiento a largo plazo si no invierte en infraestructuras físicas; por otra parte, no se puede mantener un gasto alocado que ponga en peligro la capacidad futura de hacer cosas. La clave está en encontrar el equilibrio", afirma. El senador aplaude el programa de infraestructuras presentado hace dos semanas por el presidente de EE UU, Barack Obama, si bien "está por ver si logra sacarlo adelante por completo, dada la coyuntura política". Dodd se muestra partidario de contribuir a financiarlo retirando los beneficios fiscales que introdujo el presidente Bush, al encontrar "absurdo que una pequeña cantidad de ciudadanos esté drenando cantidades ingentes de fondos públicos".