Los 'hedge funds' europeos
Los fondos con pasaporte europeo (Ucits, por sus siglas en inglés) no suenan, a priori, muy atractivos. Pero esta regulación europea de 25 años de edad penetra rápidamente entre los hedge funds mundiales. Los gestores los ven como una forma de explotar nuevas fuentes de dinero en efectivo, mientras que los inversores los prefieren porque son líquidos y regulados. Pero aún hay un riesgo que puede estallar y generar un retroceso.
Si bien los hedge funds se gestionan en general en el extranjero y sólo para inversores institucionales y muy ricos, los fondos Ucits pueden venderse en toda Europa y ofrecerse a particulares. Esto ha resultado atractivo para los gestores, lo que les permite sustituir algunos de los fondos que abandonaron el sector durante la crisis financiera. En los últimos dos años, los Ucits han atraído a seguidores de GLG Partners y a Paulson & Co.
Los inversores tienen acceso a las estrategias de hedge fund con una red de seguridad de un medio regulado. A diferencia de los hedge funds, los Ucits deben cumplir unas estrictas normas de apalancamiento. También permitir a los inversores retirar su dinero rápidamente, en lugar de someterse a la norma de 90 días del periodo de rescate para los hedge funds. Y suponen alrededor de un tercio del número de los nuevos hedge funds lanzados este año, más del doble desde 2008, según Eurekahedge. Gestionan unos 100.000 millones de dólares.
Pero la regulación y el fácil acceso al dinero no son gratis. Los inversores tienen que aceptar un rendimiento menor que con los hedge funds. Los Ucits siguen cobrando una comisión del 2% de los activos bajo gestión y un 15% o más de los beneficios del fondo. Además, la envoltura no garantiza la seguridad ni resuelve el problema que afectó a los hedge funds en 2008. Algunos fondos Ucits estuvieron expuestos al fraude de Madoff. Y mientras muchos prometen una liquidez diaria, las amortizaciones se pueden limitar en caso necesario.
Neil Unmack