Ferrovial refuerza su posición en Irlanda con la autopista Dublín-Belfast
Las capitales de la República de Irlanda y de Irlanda del Norte están hoy más cerca. Ferrovial inauguró el pasado jueves la circunvalación de Newry (Irlanda del Norte), el tramo que completa la unión por autopista de Dublín y Belfast.
El proyecto, valorado en 115 millones de libras (unos 138 millones de euros al cambio) y finalizado seis meses antes del plazo previsto, consolida a la compañía que preside Rafael del Pino como una de las principales constructoras de Irlanda, un mercado en el que lleva siete años y que la firma considera estratégico. La recién inaugurada autopista Dublín-Belfast es la segunda que completa Ferrovial en la Irlanda, que ya contaba con la M3 (noroeste de Dublín).
La obra, que incluye 12,1 kilómetros de autopista de doble calzada, cinco enlaces y más de 20 kilómetros de carreteras locales, ha sido llevada a cabo por una UTE liderada por Agromán (50%) y en la que también participa la norirlandesa Lagan Construction.
La circunvalación de Newry se engloba dentro del proyecto Road Service DBFO Package, adjudicado a Amey Lagan Roads en 2007. Es el proyecto de carreteras más importante licitado nunca en Irlanda del Norte. El contrato incluye la concesión bajo el régimen de diseño, construcción, financiación y operación de 125 kilómetros de autopista, de los que 40 kilómetros son de nueva construcción.
Relaciones fluidas
La apertura de la vía está cargada de simbolismo. El proyecto nació poco después de los Acuerdos de Viernes Santo (1998) que sentaron las bases de la paz entre católicos y protestantes y normalizaron las relaciones entre la república y el territorio británico.
Es por eso que el acto contó con la presencia, entre otras autoridades, del primer ministro de la República de Irlanda, Brian Cowen, y del viceprimer ministro de Irlanda del Norte, Martin McGuinness. Para poder desarrollar la autopista, ambas administraciones crearon una asociación para llevar la financiación y construcción.