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El Gobierno cree que su economía supera a la japonesa

China, el imperio del PIB creciente

China, el imperio del PIB creciente
China, el imperio del PIB crecienteREUTERS

Hay que estar en China. Es la frase más repetida desde hace años entre los empresarios, profesores de escuelas de negocios y expertos en economía. Y es que desde hace más de tres décadas, el PIB del gigante asiático ha ido desbancando a las naciones más ricas del planeta como Reino Unido, Francia o Alemania. Recientemente, Yi Gang, vicegobernador del Banco Central de China aseguraba en una entrevista que su país superaba a Japón -un puesto que ocupa desde hace 40 años- como segunda potencia económica, situándose tan sólo por detrás de Estados Unidos.

Para el Fondo Monetario Internacional (FMI) la clave ha sido el paquete de estímulo del Gobierno. La crisis internacional "ha golpeado duramente la economía china, especialmente a través de los canales comerciales", apunta el organismo. Sin embargo, a su juicio, la respuesta del Gobierno devolverá al país a la senda de crecimiento de los dos dígitos este ejercicio.

Entre las medidas, destaca el aumento del gasto público, que fue de dos a tres puntos porcentuales del PIB, y los incentivos fiscales aprobados con el objetivo de estimular el consumo privado. China efectuó, además, una expansión del crédito: en 2009, los bancos suscribieron nuevos préstamos por valor del 31% del PIB, según el FMI.

Para 2010, el Banco Mundial (BM) prevé que el país cerrará con un 10,5% de crecimiento. Sin embargo, el Gobierno chino ya advirtió que las presiones medioambientales y energéticas causarían una ralentización de la actividad. De hecho, el segundo trimestre de este año registró un incremento del 10,3%, algo menor que el 11,9% que China anotó en los tres primeros meses. Por otro lado, a pesar de que el PIB chino parece amenazar con destronar a las primeras economías del mundo, el país se aleja mucho de las posiciones ganadoras en lo que se refiere a la renta per cápita. De hecho, el Banco Mundial opina que el crecimiento de China depende demasiado de la inversión y muy poco del consumo. Algo que se debe en gran parte a que los trabajadores obtienen una porción muy pequeña del pastel. En 2008 -último dato disponible- la renta per cápita china ascendía a 2.940 dólares, es decir, 13 veces menos que la japonesa.

Descontento creciente

El gigante asiático se ha convertido en la factoría del mundo que aprovisiona al mercado europeo y estadounidense con productos basados en una mano de obra muy barata. En este sentido, la prensa china, supervisada por el Estado, ha recogido en los últimos meses un número inusual de huelgas que reflejan un descontento creciente entre los trabajadores.

El FMI indica que las disputas han desembocado en apreciables incrementos de los salarios nominales de entre el 10% y el 15%. No obstante, el organismo recomienda al Gobierno, entre otras medidas, incrementar las pensiones básicas, las transferencias sociales y las prestaciones por desempleo.

La cifra

10,5% es la previsión de crecimiento que registrará la economía del gigante asiático este año, según los cálculos del Banco Mundial.

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