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Columna
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El mundo debe escuchar a China

La crisis de deuda soberana ha puesto de manifiesto la insuficiencia de las agencias de calificación occidental. Reacios durante largo tiempo a bajar la nota de países como Grecia y Portugal, ahora quieren recuperar el tiempo perdido. Pero todavía le dan la máxima calificación (AAA) a Estados Unidos y Reino Unido, pese a que ambos tienen un enorme déficit y un cuestionable modelo económico. Hay muchas quejas en Occidente sobre las agencias.

La agencia Dagong, que ha sido la calificadora de deuda corporativa de China desde 1994, se ha mudado al mercado soberano. Ha generado molestias por asignar AA a Estados Unidos, por debajo de China (AA+). El Reino Unido y Japón obtuvieron una -AA. La crisis crediticia ha hecho que los informes de ratings sean particularmente vulnerables.

Los nuevos ratings tienen un peso más geopolítico que comercial. China tiene 2,5 billones de dólares de reservas extranjeras, la mayoría retenida como deuda soberana. El Gobierno de Pekín, sigue siendo el mayor comprador de tales papeles, como quiere una agencia de ratings en sincronía con su enfoque de inversión. Dagong puede ser una ventana a la visión de China en el nuevo orden mundial.

Dagong enfoca definitivamente la deuda soberana de una manera diferente. Los ratings tradicionales Standard & Poor's, Moody's y Fitch dependen en gran medida del registro histórico y cultural del país. Esta nueva agencia da más importancia a las perspectivas de crecimiento y propensión de endeudamiento del Gobierno. Los prestamistas prefieren países que realmente están aumentando su fuerza económica y monetaria.

Jean-Claude Trichet, el presidente del BCE, que ha sido un crítico de las agencias tradicionales, puede encontrar a Dagong demasiada dura. Pero si China sigue creciendo y acumulando activos extranjeros, Dagong será difícil de ignorar. Cuando China habla, el resto del mundo debería escuchar.

Edward Hadas

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