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Salahdine Mezouar. Ministro de Economía de Marruecos

"Invertir en Marruecos no destruye empleo en España"

Defensor del libre mercado, Mezouar presenta a Marruecos como un país atractivo para invertir por su crecimiento potencial y el menor coste laboral y fiscal

Nunca he visto inversiones españolas en Marruecos que se hayan hecho para cerrar empresas en España", asegura el ministro de Economía de Marruecos cuando se le inquiere por el temor que existe en la Península de que las ventajas fiscales y menores costes laborales del Magreb alienten la deslocalización empresarial. Salahdine Mezouar habla, en un perfecto castellano, de Marruecos como la España de los años setenta. Un país con carencia de infraestructuras, pero con un gran potencial de crecimiento y con un Gobierno que no titubea a la hora de destinar fuertes partidas a obra pública.

Marruecos es el país del mundo donde hay más empresas españolas afincadas (800). ¿Qué les ofrecen?

Marruecos es una de las soluciones de las pymes españolas. No pueden sobrevivir a la competencia asiática. Por lo tanto, su internacionalización y su crecimiento es fundamental para asegurar su futuro y Europa presenta pocas posibilidades de crecimiento. Marruecos ofrece un mercado con mayor competitividad y rentabilidad a sólo 14 kilómetros.

Además, mantienen un atractivo sistema fiscal...

Sí, existen exenciones fiscales para las empresas que se ubiquen en Marruecos y el coste laboral es entre un 8% y un 15% menor que en la UE. Pero más allá de eso, nuestro mercado goza de gran futuro para los próximos 25 años. Tenemos un déficit de casi 900.000 viviendas y hay más de 120.000 demandas cada año.

¿No temen que les suceda como en España, donde el excesivo peso de la construcción ha agravado la crisis?

El modelo español basado en turismo y el sector inmobiliario ha llegado a un grado de saturación. Ahora, España necesita buscar alternativas y soluciones más orientadas a los servicios y al desarrollo de nuevas actividades industriales y comerciales. Al modelo de Marruecos no le sucederá esto porque no ha llegado a ese nivel de maduración.

¿Entiende la preocupación que hay en España sobre la deslocalización de empresas?

La llegada de compañías españolas a Marruecos ha supuesto fortalecer su propia existencia en España. Invertir en Marruecos no destruye empleo en España. Nunca he visto inversiones españolas en Marruecos que se hayan hecho para cerrar empresas en España.

El puerto de Algeciras ya está notando la competencia del de Tánger Med.

Siempre se presenta el puerto de Tánger Med como oposición al de Algeciras y no es así. Algeciras no puede captar todo el tráfico del Mediterráneo que pasa por el Estrecho. Tánger Med lo que provoca es que se eleve el atractivo de la ruta del Mediterráneo y eso beneficia a ambos países. Es cierto que ahora el puerto de Algeciras tiene competencia, pero esa presión es positiva para mejorar la competitividad. Quiero dejar claro que no construimos el puerto de Tánger para ir contra España. Sería una estupidez desarrollar políticas contra España.

¿Cómo ve Marruecos dentro de 10 años?

Nos vemos como un país emergente y trabajamos para eso. Confiamos en fortalecer nuestra relación con España y también con la Unión Europea. Y con África seguiremos avanzando para alcanzar una integración económica. Además, Marruecos mantiene una buena relación con todo el mundo árabe, con la excepción de Argelia.

¿Qué papel juega Marruecos en África?

África es el gran mercado del futuro. Nosotros promovemos políticas de desarrollo en otros países africanos porque creemos en su fuerte potencial de crecimiento. África representará en los próximos 20 años el 20% del crecimiento mundial y Marruecos quiere ser la puerta de entrada al continente para las empresas españolas.

Una suerte de América Latina a 14 kilómetros

A un constructor español se le saltarían las lágrimas y le entraría una fatal melancolía al ver las inmensas grúas que pueblan el paisaje de ciudades como Casablanca, Rabat o Tánger. Marruecos parece un país en construcción y mal harían las compañías españolas si desdeñaran las posibilidades que ofrece el país del Magreb.El Gobierno marroquí prevé invertir hasta 3.000 millones de euros en proyectos ferroviarios y hasta 2015 está programado construir 1.800 kilómetros de carreteras y autopistas. Y por todo el país se levantan nuevas viviendas y barrios. A diferencia de los países de la UE, Marruecos, cuyo PIB creció un 4,4% en 2009, ni se plantea recortar las partidas de inversión.El ministro de Industria, Ahmed Chami, defiende que Marruecos quiere ser la América Latina de España en África. Es decir, una zona prioritaria de inversión para las compañías españolas a sólo 14 kilómetros de la península. "Somos Europa", clama Chami. A día de hoy, ya son 800 las empresas españolas con presencia en Marruecos y el Gobierno confía en que la cifra se incremente en un 20% hasta 2015. Con todo, el país del Magreb aún es un gran desconocido. "Lo que está pasando en España es una suerte para Marruecos", apunta Enrique Egea, director general de Roca en Marruecos. Y es cierto que la crisis económica en la UE provoca que cada día más compañías se planteen la posibilidad de instalarse en una zona donde encontrarán unos costes laborales menores e importantes beneficios fiscales. Durante los primeros cinco años no se paga el impuesto de sociedades, por ejemplo.Por otro lado, Marruecos está potenciando el sector turístico, que ya representa el 10% del PIB. El Grupo Barceló ha escogido al país vecino como uno de sus "destinos prioritarios de expansión en la cuenca mediterránea".

Conflicto. "Ceuta y Melilla son marroquíes"

Una cosa es la política y otra los negocios. Marruecos defiende que "el conflicto" de Ceuta y Melilla -que definen como ciudades marroquíes ocupadas por España- no debe enturbiar las relaciones comerciales entre ambos países.¿Hasta qué punto la soberanía española sobre Ceuta y Melilla dificulta la cooperación económica?Sabemos que es un problema que existe y con el tiempo se solucionará. Encontraremos la solución, pero este tema no afecta ni debe afectar a las relaciones económicas.Ceuta y Melilla, para ustedes, ¿son ciudades marroquíes ocupadas? Ceuta y Melilla son dos ciudades que están en Marruecos, no puedes cambiar la geografía.¿Ustedes apuestan por avanzar en la integración económica de los países mediterráneos?Es fundamental. La integración mediterránea, donde España ha jugado un papel importante, tiene más sentido que nunca. Permitirá a Europa ganar en mercado y competitividad y alcanzar un mayor crecimiento más allá de sus posibilidades intrínsecas.¿Cómo afectará la mala relación que mantienen con Argelia a este objetivo? Es evidente que dificulta la creación de un espacio común porque hay dos modelos. Marruecos ha optado por una economía de mercado y Argelia por un socialismo de Estado. De hecho, somos los dos únicos países que aún sufren las consecuencias de la Guerra Fría.¿Hay posibilidades de que las relaciones entre ambos países mejoren en el corto plazoEs difícil. Marruecos ha hecho un esfuerzo para acercarse a Argelia. Tomamos la decisión de abrir las fronteras. Argelia, en cambio, ha adoptado una posición rígida y, además, está utilizando el tema del Sahara para desestabilizar. Necesitan un enemigo externo y utilizan a Marruecos para este fin. Puede haber una nueva implosión y, si esto sucede, afectará también a otros países como España.

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