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El 50% no respalda el acuerdo

El pequeño comercio, en pie de guerra por el nuevo convenio colectivo

La Confederación Española de Comercio (CEC) está a un paso de la escisión. Más de la mitad de las organizaciones que integran la patronal del pequeño comercio amenaza con impugnar el nuevo acuerdo laboral del sector, al haber sido firmado por los máximos responsables de la CEC sin el respaldo de su junta directiva.

El pequeño comercio vive uno de sus momentos más difíciles y no sólo por el grave desplome del consumo. El sector está en plena ebullición por el nuevo Acuerdo Laboral de Ámbito Estatal del sector de Comercio (denominado ALEC) acordado por los sindicatos UGT y CC OO y los máximos responsables de la patronal sectorial, la Confederación Española de Comercio (CEC). Un acuerdo laboral que regula desde las categorías profesionales de los comercios especializados, hasta las faltas y sanciones que se aplican a los trabajadores del sector.

La disparidad de criterios entre los empresarios no sólo se basa en la cuestión de fondo del ALEC, sino sobre todo en la forma. Más de la mitad de las organizaciones que integran la CEC critican que el acuerdo laboral "no ha sido aprobado por los órganos de gobierno de la organización representativa del comercio a nivel nacional".

Entre las asociaciones que han manifestado públicamente su rechazo al nuevo ALEC están las confederaciones de comercio especializado de Madrid, Andalucía, Castilla y León o Valencia, entre otras.

Estas organizaciones argumentan que el nuevo acuerdo ha sido firmado de forma unilateral por los máximos ejecutivos de la CEC, su presidente, Pere Llorens, así como su secretario general, Miguel Ángel Fraile. "Ni el texto ni ningún documento relacionado con este acuerdo laboral ha sido ratificado por la junta directiva de la CEC", afirman las organizaciones críticas. Sin embargo, Miguel Ángel Fraile aseguraba ayer a este periódico que, por el momento, "no se ha firmado ningún texto" y que no existe un acuerdo, porque las negociaciones "aún están abiertas".

Sin embargo, el sector opositor de la CEC envió el pasado 18 de junio un burofax en el que instaba a Pere Llorens a convocar en un plazo máximo de 10 días una junta directiva extraordinaria. En ella, el único punto del día sería el informe sobre "la situación actual del ALEC, con entrega a todos los miembros de todos los documentos, incluidas actas de la comisión negociadora del ALEC, texto de los acuerdos, propuestas, contrapropuestas, así como cualquier documento que, en referencia a este acuerdo, se haya procedido a firmar por cualquier miembro de nuestra organización".

Además, solicitan que se informe a los sindicatos de que el nuevo ALEC no está respaldado por la junta directiva de la CEC. De no ser así, lo impugnarán ante la Dirección General de Trabajo.

Críticas por las excesivas categorías profesionales

Al margen de la disputa por cómo se ha pactado el nuevo acuerdo laboral del sector del comercio, las asociaciones críticas también han puesto sobre la mesa su rechazo al fondo de la cuestión. En concreto, reprochan la excesiva división de categorías profesionales que, a su juicio, complicarán el día a día de las pequeñas empresas. Apuntan que el acuerdo laboral determina "tres áreas funcionales, cinco grupos profesionales dentro de cada una de esas áreas funcionales, cada una con sus categorías profesionales, que en algún área alcanzan hasta 19 categorías". En su opinión, esta división había sido superada en anteriores acuerdos y consideran que se trata de una clasificación "exhaustiva" y "asfixiante" que "traerá más problemas al sector de comercio (...) de los que actualmente tiene".

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