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Los dos intentos de salir fuera han fracasado

Mercado de Fuencarral pone fin a su aventura más allá de la Gran Vía

Una aventura frustrada. Mercado de Fuencarral SA (MdF), la sociedad que gestiona el histórico pasaje comercial de la calle de la que toma el nombre en el centro de Madrid, ha puesto punto y final a sus dos proyectos fuera de su lugar de nacimiento. La junta de accionistas convocada para finales del mes que viene abordará el cierre de las operaciones de Mercado de Fuencarral en el centro comercial Plenilunio, también en Madrid, y en Valencia.

La apuesta más fuerte que realizó MdF fue quedarse la gestión de un centro comercial en la capital del Turia que no había conseguido alcanzar las expectativas de sus promotores, el grupo inmobiliario GMP. Tras más de un año de rehabilitación del espacio, ubicado en la zona de Campanar, MdF de Valencia abrió en diciembre de 2008 con la esperanza de atraer tres millones de visitantes en el primer año. Para ello, más que reproducir el propio mercado original, se replicó el esquema de la calle de Madrid, con grandes marcas como Adidas, Camper, Pepe Jeans, Mango Touch o Skunfunk, entre muchas otras.

Sin embargo, el centro, alejado de otros espacios de compras tradicionales de la ciudad e incluso de paso habitual, no consiguió arrancar, pese a la alcurnia de la marca que lucía en la fachada.

Menos de un año después de la inauguración, el centro comercial cambió de nombre. Los gestores lo vendieron entonces, final del año pasado, como una decisión de marketing consultada a los usuarios. Aseguraron que los valencianos se sentían más identificados con la marca Mercado de Campanar, barrio en el que está ubicado, que con Fuencarral.

En el fondo, lo que ocurrió es que la empresa madrileña, controlada por Ramón Matoses, dejó de gestionar el espacio. Este periódico intentó ayer, sin conseguirlo, conseguir una versión de la ruptura tanto de MdF como de Inmobiliaria GMP, propietaria del inmueble. Sin embargo, fuentes de estos últimos sí confirmaron que MdF ya no gestiona el espacio.

El texto de convocatoria de la junta de accionistas confirma el cierre tanto de Valencia como del espacio en el centro comercial Plenilunio, donde tampoco consta ya en su directorio. Respecto al original, el pasaje que hace unos doce años rompió moldes en la por entonces deteriorada calle Fuencarral de Madrid, sólo se apunta que se informará sobre su evolución.

La junta también aprobará las cuentas anuales de 2009. A falta de más explicaciones, las de 2008, últimas depositadas en el registro, dan pistas sobre qué ha ocurrido. En ese ejercicio la compañía entró en pérdidas. Apenas 0,11 millones de euros, frente a los beneficios de 0,12 millones del año anterior. Un mundo para unas ventas de 1,5 millones.

La venta fallida del centro madrileño a un inversor

La apertura del centro de Valencia estuvo precedida de una polémica notable por parte de Mercado de Fuencarral (MdF), que comunicó a los dueños de las tiendas que ocupan sus locales en la calle madrileña que tenían que ir pensando en cerrar la persiana en enero de 2008 porque había alcanzado un acuerdo con un fondo de inversión. Les proponía trasladarse a Valencia, algo que los vendedores rechazaron.Finalmente, el pacto de venta no fructificó y el discurso de los propietarios del ya legendario pasaje comercial cambió. "Mercado de Fuencarral Madrid seguirá abierto y esperemos que muchos años", dijeron a final de 2008 sus propietarios.La aspiración de MdF cuando se lanzó a las dos aventuras fuera de su emplazamiento original era replicar el éxito de la calle, más que la del propio mercado. El éxito se buscaba atrayendo a las grandes marcas que ocupan las plantas bajas de la calle.

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