Estrasburgo bloquea la autorización del 'pegamento para carne'
El pleno del Parlamento Europeo rechazó hoy la autorización como aditivo alimentario de una enzima natural llamada trombina, que permite sellar distintos trozos de carne y ofrecerla como una sola pieza, no por razones de sanitarias sino por considerar que puede llevar a engaño al consumidor.
La trombina es una enzima que ya se utiliza en el "proceso de transformación" de algunos alimentos como albóndigas o barritas de pollo en países como Alemania o Países Bajos, pero su presencia desaparece en el producto final, tal y como ocurre, por ejemplo, con la levadura en el pan, explicaron fuentes comunitarias.
Los eurodiputados han tumbado esta autorización defendida por la Comisión Europea, con 370 votos a favor, 262 en contra y 32 abstenciones, siguiendo así la recomendación de la comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara. El pleno necesitaba 369 votos a favor de la resolución para frenar la propuesta de Bruselas.
En concreto, la Comisión Europea proponía autorizar el uso de la enzima siempre y cuando se especificase su uso en el etiquetado de la carne mezclada comercializada y prohibía que este tipo de carnes se sirvieran en los restaurantes.
En opinión de los eurodiputados, no era posible garantizar en la práctica que los productos cárnicos ofrecidos en restaurantes no incluyeran la trombina. Y, además, consideran que hay un elevado riesgo de infecciones por "bacterias patógenas" en el producto final debido a la manipulación en frío y sin añadir sal que requiere.
El ponente del informe, el alemán socialista Jo Leinen, subrayó que los consumidores europeos "deben estar seguros de que compran un verdadero filete o trozo de jamón, y no trozos de carne pegados".
Por su parte, la eurodiputada española del Partido Popular Pilar Ayuso se mostró partidaria de permitir el uso de este aditivo y recordó que ha sido declarado seguro y que ya se utiliza en algunos Estados miembros.
En la actualidad, la trombina es considerada un elemento activador y son las autoridades nacionales las que deciden sobre su uso en cada país, de haber salido adelante su inclusión como aditivo alimentario su uso pasaría a estar regulado según las normas comunitarias.
El uso de aditivos alimentarios está regulado a escala europea y la legislación establece que éstos solo pueden utilizarse cuando no inducen a error al usuario final y su consumo es beneficioso.
Los eurodiputados votaron en contra de una propuesta de la Comisión Europea que incluía una veintena de aditivos alimentarios, dado que no podía oponerse únicamente al 'pegamento cárnico', y a la que los 27 no se habían opuesto en los comités de expertos. El rechazo de la Eurocámara obliga ahora al Ejecutivo comunitario a "empezar de nuevo todo el proceso", explicaron fuentes comunitarias.