Forte pone a prueba su resistencia en Europa
El grupo de prefabricados homologa sus barreras a la norma comunitaria
Hay muchos motivos para sacar un coche a la carretera. Comodidad, ostentación, imagen. Forte tiene uno nuevo: estrellarlo. En los últimos meses, el productor alicantino de prefabricados de hormigón ha estado gastando varios miles de euros en arrojar autos contra barreras de contención con el objetivo de probar la resistencia de las vallas. La prueba, que se realiza con vehículos ocupados por muñecos, forma parte de los esfuerzos de la empresa por adecuar sus materiales a la directiva europea sobre productos de construcción. La norma establece que a partir del 1 de enero de 2011 todas las estructuras de contención que se instalen de forma permanente en los márgenes o medianas de las carreteras o en los bordes de los puentes deberán tener el Marcado CE, que garantiza el cumplimiento de unos requisitos mínimos de seguridad. Esto implica que a partir de esa fecha no se podrán vender en la UE sistemas que no cuenten con este certificado.
"En España sólo hay cuatro o cinco fabricantes que están en proceso de homologación y que estarán en condiciones de suministrar productos certificados, entre ellos, nosotros", afirma José Miguel Gil, director general de Forte, compañía con sede en Villena (Alicante) que lleva setenta años en el negocio de prefabricados de hormigón para edificación, urbanismo y obra civil. Si bien la norma no tendrá efecto retroactivo y, por consiguiente, no obligará a la renovación de las estructuras de contención ya instaladas en las carreteras de España, la empresa ve en ella una oportunidad de mercado bastante grande.
Dado que el Marcado CE no es un sello de calidad, sino de seguridad, que certifica que la barrera tiene determinada capacidad de contención y absorción del impacto, para reducir el riesgo de los ocupantes del vehículo que choque contra ella, la empresa interesada en certificarse debe realizar una prueba. Este ensayo, conocido como crash test, consiste en medir la resistencia de las estructuras estrellando contra ellas un vehículo de verdad. "Es una prueba bastante cara. Cada una cuesta entre 150.000 y 250.000 euros, dependiendo de si es un coche, un camión o una moto, ya que la resistencia del sistema debe probarse hasta con cinco vehículos de peso diferente", explica Gil.
La compañía espera concluir el proceso de homologación y certificación (este último correrá a cargo de Bureau Veritas) dentro de dos o tres meses, a fin de estar lista para comercializar sus productos con el Marcado CE varios meses antes de que sea obligatorio.
El proyecto se encuadra en la estrategia de Forte de basar su crecimiento en el desarrollo de nuevos productos y nichos de mercado, que compense la caída del mercado de edificación, que en sus años gloriosos aportaba el 40% de la facturación de la empresa y hoy sólo representa el 25%.
Precisamente, debido al derrumbe de la construcción, las ventas de la firma cayeron desde los 100 millones en 2007 a los 50 millones en 2009, cifra que espera repetir este año. "Mientras no se elimine el stock de viviendas, que algunos estiman en un millón, el mercado residencial no va a mejorar y eso puede llevar tres o cuatro años y hasta seis en la costa. La obra civil, en cambio, ofrece mayor estabilidad".
Fundada en 1939, Forte perteneció a una familia de Alicante hasta que en julio de 2005 pasó a manos de dos fondos de inversión, uno suizo y otro español, y su equipo directivo en una operación de management buy out. En esta segunda etapa, el grupo inició un proceso de crecimiento orgánico con la adquisición de dos empresas en 2006, que la crisis ha frenado. La recesión también obligó a la empresa a reducir su plantilla de 600 a 260 trabajadores y a cerrar temporalmente una de sus nueve plantas.
Al margen de la coyuntura, Forte es una de las cinco primeras empresas en un mercado muy atomizado, donde operan unos 800 fabricantes con unas 1.100 plantas. La compañía ha suministrado marcos y pasos inferiores a líneas de AVE, a la T-4 de Barajas, a El Prat de Barcelona y a la red de autopistas. El fabricante confía en que el proyecto de las barreras con Marcado CE ayudará a consolidar este liderazgo y salvar vidas en un país donde la salida de la vía es el accidente mortal más frecuente.
Vías férreas más seguras y cómodas
En las zonas donde las vías de AVE pasan de estar apoyadas sobre un terraplén a una estructura más rígida, como un viaducto o un túnel, se suelen producir discontinuidades en los elementos constructivos, provocando baches que resultan incómodos para los viajeros y elevados gastos de mantenimiento.Para intentar subsanar este problema, Forte participa en un proyecto del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) que tiene como objetivo el desarrollo de unos nuevos prefabricados de hormigón que sustituyan las actuales estructuras ferroviarias de transición, además de simplificar y acelerar los procesos constructivos.Digitalia, como se denomina el proyecto de investigación, cuenta con un presupuesto de más de cinco millones de euros, a los cuales Forte ha aportado casi dos millones. La empresa interviene en el proyecto en consorcio con la constructora Torrescámara y Cía de Obras, la consultora Iva-Leying, la compañía de instrumentación y auscultación Intercontrol y el Instituto Técnico de la Construcción (ITC). Además, cuenta con la colaboración de la Universidad Politécnica de Valencia e Ineco-Tifsa.El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha mostrado interés en el proyecto, que terminará en 2012 como una patente industrial, ya que es un problema que está presente en todas las vías ferroviarias europeas. Digitalia mejorará la seguridad y el confort de los viajeros.
Ficha
Forte Hormigones Tecnológicosl Fábricas: nueve, en Alicante, Albacete, Badajoz (temporalmente parada), Castellón, Huesca, Murcia y Toledo.l Plantilla: 260 trabajadores.l Producción: 650.000 toneladas anuales de producto.l Facturación: 50 millones de euros en 2009.l Fondos propios: siete millones de euros.l Clientes: 2.500.