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Columna
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El fraude de Goldman

Puede que los competidores de Goldman Sachs saborearan al principio el impacto causado por los cargos de fraude contra la compañía. Pero los accionistas de los bancos de inversión no ven ninguna razón para aplaudir. Están preocupados por el efecto arrastre que llevarán a cabo los reguladores a través de los registros de cualquier banco involucrado en el negocio de la deuda con colaterales durante el boom. Las acciones de los bancos de inversión han caído alrededor de un 5% desde que la SEC dijo el viernes que estaba investigando un negocio de CDO de Goldman.

Esto puede parecer exagerado. La SEC ya ha investigado el espacio CDO por algún tiempo; no hay ninguna indicación oficial de que otras compañías hicieran algo malo. Además, las acusaciones contra Goldman se refieren a una sola operación específica.

Pero la violenta respuesta sobre el CDO parece ganar energía. Los Gobiernos de Reino Unido y Alemania han hecho un llamamiento para investigar las operaciones de Goldman Abacus, que cargaban a sus contribuyentes con grandes pérdidas. Rabobank ya ha aprovechado el caso para revitalizar la demanda contra Merrill Lynch. Goldman fue un jugador importante, pero no el más grande. Merrill Lynch, Citigroup y UBS suscribieron muchas más de estas titulizaciones, según Nomura. Con las elecciones a la vuelta de la esquina en ambos países los negocios de estas empresas serían un claro objetivo de escrutinio.

Las consecuencias pueden ser mayores. La cuestión radica en saber cómo de duros se pondrán los reguladores. Los bancos de inversión han estado muy expuestos a los CDO. Esto, algo perversamente, supone también un torpe consuelo para la industria.

Nicholas Paisner

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