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No consigue la confianza de los bancos

Alaplana entra en concurso y agudiza la crisis del azulejo

"Este año será complicado ver una azulejera en beneficios". La sentencia es de la auditora KPMG, que cada año estudia el sector y que ha augurado que lo peor está por venir. Ayer se hizo pública la entrada en concurso de acreedores de Alaplana al no alcanzar un acuerdo con la banca, una situación que puede repetirse en los próximos meses.

Las dos empresas que forman el grupo cerámico Alaplana, Azulejera La Plana, con sede en Vila-real, y Real Cerámica, radicada en Xilxes (ambas localidades en la provincia de Castellón), han entrado en concurso de acreedores después de no haber alcanzado un acuerdo con la banca para refinanciar su deuda, según informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. El juzgado de Lo Mercantil número 1 de Castellón será el encargado de supervisar la suspensión de pagos de las empresas.

La solicitud de concurso, admitida ya por el juez, pone en evidencia la crisis que afecta al sector cerámico, muy tocado por la crisis inmobiliaria en España pese a su fuerte presencia en el exterior. Las incertidumbres sobre el futuro de las cerca de 300 empresas vinculadas al sector, entre las fabricantes de azulejos y las que se dedican a las materias primas, se agudizan ante el pequeño tamaño de las empresas, lo que dificulta la adecuación a la falta de demanda de su estructura financiera.

De hecho, la falta de confianza de los bancos es lo que ha llevado a Alaplana al concurso, pese a que el volumen de crédito que renegociaba era discreto para lo que se ha manejado en los últimos meses en los distintos concursos o renegociaciones vinculadas de alguna forma al ladrillo. La propia empresa aseguró el pasado febrero que había alcanzado un acuerdo con un grupo de nueve bancos para obtener 20 millones de euros con los que hacer frente a la creación de un grupo. En esa operación hubieran entrado otras empresas azulejeras de tamaño medio (y con problemas financieros) como Diago, Gaya y Halcón. La concentración, que hubiera supuesto la racionalización de la capacidad productiva de las empresas en un momento en el que se acumulan existencias, no ha sido posible.

Precisamente, el informe de KPMG correspondiente al último ejercicio disponible en el registro, hace una mención especial al tamaño empresarial de esta industria. "Sólo el 10% de las compañías del sector supera los 250 empleados. En Italia, líder europeo en producción y exportación y principal rival de la industria cerámica española ya durante 2005 y 2006 se produjeron fusiones de empresas y la salidas a Bolsa de un gran grupo del sector", explica el informe.

Para KPMG, "se deberán establecer cooperaciones y alianzas estratégicas en aras de obtener un mayor poder negociador en compras, en acceso a grandes distribuidores, en la internacionalización y la multilocalización". Este último elemento es una de las diferencias fundamentales entre Italia, que ya tiene plantas en países terceros, y España, que no se ha expandido. De las posibles fusiones entre azulejeras españolas, no hay noticias.

Castellón, del pleno empleo al abismo

El sector cerámico ha perdido en el último año unos 7.100 empleos, según el informe de KPMG. De ellos, alrededor de 6.000 corresponden a la provincia de Castellón, donde el cluster azulejero supone el 7,2% del total de afiliados a la seguridad social. Para la provincia, la crisis de las azulejeras es un auténtico drama. Castellón ha pasado en apenas un par de años del pleno empleo a una tasa de paro del 25%. Si no hay un cambio de tendencia, además, los ERE temporales se convertirán en definitivos.

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