Menos gastos y más impuestos
Ser gobernador de un estado está siendo una labor ingrata a no ser que se esté al frente de Montana o Dakota del Norte. La razón es que según un estudio del Center on Budget and Policy Priorities, son los dos únicos de toda la Unión que en el año fiscal 2009 no tuvieron un desequilibrio presupuestario, gracias, fundamentalmente, a sus recursos naturales. El resto están cuadrando sus cuentas como pueden.
Este centro de estudios ha hecho público recientemente un informe en el que da cuenta de cómo los ingresos por impuestos están registrando la mayor caída de la que se tiene memoria estadística. Y es algo que se produce justo en el momento en el que la situación creada por la crisis hace más necesaria que nunca una red social en unos estados que tienen la obligación constitucional de tener equilibrio presupuestario.
Así pues, la red se ha deteriorado porque casi todos han tenido que recortar sus gastos. Y cuando la mayor parte de sus presupuestos se dedica desproporcionadamente a educación y sanidad, no hay manera de hacer llevadera la medida.
Adicionalmente, para contrarrestar la rebaja de ingresos, 33 estados han subido la presión fiscal entre 2008 y 2009, bien con imposiciones de tasas más elevadas por servicios, bien con subidas de impuestos directamente o, en otros casos, eliminando exenciones fiscales. Así, estos gobiernos han podido recaudar 31.700 millones de dólares que no habrían obtenido de no haber cambiado nada.
Los analistas esperan que estas subidas de impuestos continúen en las distintas legislaturas de estados y municipios en los próximos dos años, debido a que tanto la experiencia como las expectativas sugieren que el empleo es lo último que se recupera tras una recesión y la recaudación sólo mejora cuando vuelve el empleo. De hecho, en la que ahora se recuerda como "suave" recesión de 2001, las cajas de los estados y los ayuntamientos tuvieron que soportar una importante presión durante años.
Dolorosas como son las subidas de impuestos y sabiendo que ninguna solución es buena en estos casos, los expertos del Centro de Estudios Presupuestarios y Prioridades Políticas, consideran estas medidas acertadas porque confiar solamente en recortes del gasto tiene consecuencias muy serias que se traducen en un menor consumo privado debido a la necesaria contención de la demanda de quienes sufren las privaciones de servicios públicos básicos.
Con todo, hay dos estados, Arizona y Nueva Jersey, que recientemente han decidido dar una vuelta de tuerca más al capítulo del recorte de gastos. En el primero, el republicano Jan Brewer, ha eliminado el programa de seguro sanitario infantil y sacado de la lista de beneficiarios del Medicaid (ayuda sanitaria a rentas bajas que parcialmente financia) a unas 300.000 personas.
En New Jersey, Christopher Christie presentó un proyecto presupuestario en el que casi exclusivamente se proponen fuertes recortes de gastos, que se traducirán en despidos de 1.300 empleados públicos, algo más de 800 millones de dólares menos para educación e incluso el cierre de psiquiátricos, entre otras iniciativas.
Christie es un gobernador republicano que llegó al poder el pasado noviembre y su programa es un modelo de lo que su partido podría hacer de controlar Washington.