"No es mal momento para acumular renta variable"
Adaptar ya los patrimonios y las carteras al repunte de la inflación parece una estrategia obligada para lograr rentabilidades reales. En este contexto destaca al atractivo de la Bolsa
Aún no se percibe en el horizonte como una amenaza inmediata, pero Santiago Churruca, director de inversiones de Deutsche Bank Private Wealth Management, estima que ya es momento para comenzar a adaptar la composición de los patrimonios al futuro aumento de la inflación y a la subida de los tipos de interés. Considera que la Bolsa es, en etapas como la actual y la que previsiblemente vendrá después, uno de los activos más interesantes.
Cuando todavía preocupa la debilidad de las economías, ¿por qué estima necesario adecuar la inversión a un futuro repunte de precios y de tipos de interés?
Es difícil que las inversiones se puedan orientar para enfrentarse a la inflación en muy poco tiempo, la planificación puede hacerse lenta porque, tal vez, no todos los productos están disponibles de un día para otro. Es aconsejable prepararse para que los activos por los que se opte cuenten con cobertura frente a la inflación. Además, nosotros trabajamos con patrimonios a largo plazo, aunque con ajustes en el corto plazo.
"En el mercado inmobiliario, el comprador tiene una gran capacidad de negociación de precios"
¿Se suele tener presente ese factor a la hora de hacer recomendaciones?
Un riesgo en el que en ocasiones incurren los gestores de carteras y de patrimonios es ignorar la inflación, pero no la podemos enterrar porque llegará, a no ser que entremos en un nuevo fuerte proceso de recesión económica en el mundo. Por eso se deben buscar rentabilidades reales y no nominales.
Ante ese escenario ¿cuáles son los activos más aconsejables?
En primer lugar, nosotros nos adaptamos a las características del cliente: sus necesidades de liquidez, su perfil de riesgo, el mantenimiento de su poder adquisitivo o sus preferencias de inversión. Dicho esto, ahora buscamos más los activos reales porque son los que más protegen ante un horizonte inflacionista, frente a los activos financieros más puros como son los bonos. Entre los más idóneos para que en la actualidad formen parte de un patrimonio están las materias primas, a las que se puede acceder a través de los productos que invierten en ellas. Nos gustan tanto desde el punto de vista coyuntural como estructural. Creemos que la demanda va a seguir al alza.
Además, la renta variable. No es mal momento para acumular Bolsa. Aunque no deje de tener un componente financiero, es también un activo real, porque detrás de las acciones están las empresas con sus actividades reales. La crisis ha sido más financiera y de crédito que empresarial. Pero también es ya el momento de la inversión inmobiliaria. Existen atractivas posibilidades y el comprador tiene mucha capacidad de negociación para lograr un buen precio.
¿Cree entonces que la Bolsa no está cara?
Más que cara o barata por los diversos ratios que pueden medir esa circunstancia, como es el PER número de veces que el beneficio está contenido en la cotización, una referencia que nos parece clara es que la Bolsa en general está baja respecto a su trayectoria histórica. Y nos gustan los mercados emergentes -especialmente Asia-, pero también Estados Unidos y Europa, aunque menos España.
¿Dónde estarían actualmente las oportunidades en el área inmobiliaria?
En España, como concepto, es aún un poco pronto para pensar en invertir, aunque ya se pueden encontrar temas interesantes. Pero en Estados Unidos, donde ya se ha tocado fondo, existen atractivas oportunidades, menos en residencial y más en el área comercial y en oficinas. Allí se pueden lograr rentabilidades significativas, más a largo plazo, aunque hay que tener en cuenta que se trata de activos poco líquidos.
¿Hay que prescindir de la renta fija ante un previsible panorama macroeconómico?
No. Nosotros hemos estado muy positivos en deuda, estatal o corporativa, y ahora se puede optar por productos diferentes y más específicos, como, por ejemplo, los bonos con interés flotante.
Sin olvidar la diversificación
Cualquier enfoque puede permitir la diversificación, en opinión de Santiago Churruca, aunque puntualiza que el peso que su entidad da ahora a unos y otros activos es diferente a la media del mercado. Agrega que, por lo general, el 50% de las apuestas de las carteras globales que hay en el mercado es por productos monetarios y renta fija -depósitos, letras del Tesoro, Fondtesoros, repos...-, aunque la rentabilidad no sea muy elevada. Sin embargo, en la última asignación de activos de Deutsche Bank Wealth Management, los monetarios sólo representarían el 4% del total; la renta fija soberana, el 10%; la renta fija corporativa, el 19%; y la renta variable de países desarrollados y de emergentes, el 20% y el 11%, respectivamente. La tarta se completaría con el 5% para el capital riesgo, el 16% para los fondos de rentabilidad absoluta, el 8% para inmuebles y el 7% restante para divisas y materias primas.Por otro lado, la entidad prevé que la inflación en este año de EE UU llegue al 2%, en zona euro alcance el 1,2% y en Reino Unido, el 3,1%.