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Estados Unidos

Obama plantea su propia reforma sanitaria para evitar la parálisis

Barack Obama está tratando de salvar la encallada reforma sanitaria. El presidente que, hasta ayer, había cedido la iniciativa legislativa al Congreso, presentó un nuevo plan de reforma con algunas propuestas aprobadas en el Senado. Además introdujo, como novedad, un mecanismo para evitar subidas excesivas de los seguros.

El presidente de EE UU quiso evitar un revés como el que cosechó Bill Clinton con su intento de reforma de la sanidad y delegó en el Congreso la aprobación de un plan en vez de ofrecer un proyecto legislativo, como hizo la Casa Blanca en los noventa. Ayer, Obama marcó un cambio de estrategia. Ante el estancamiento de las propuestas el Congreso y aprovechando que el jueves hay una cumbre con los dos partidos para debatir el futuro de la sanidad, presentó su propio plan. Se trata de un híbrido que combina lo aprobado en la Cámara de Representantes y en el Senado con un peso mayor de la propuesta de la Cámara Alta.

De hecho, y pese a las presiones demócratas, Obama no plantea la creación de una "opción pública de seguro médico" para competir con los seguros privados que dominan el sistema del país. Este seguro público, era la propuesta estrella de la Cámara Baja. A cambio se crean mercados en cada estado para que las aseguradoras compitan entre si. La novedad, más importante es la creación de un comité que establecerá qué subidas en las primas de los seguros son razonables.

Subidas del 39%

Este comité responde a la situación creada con una aseguradora en California donde se quiere imponer una subida del 39% este año en las primas de sus seguros.

Obama obligará a 31 millones de personas que no tienen seguro privado a hacerse con uno y aunque no exige a los empresarios a ofrecer pólizas en sus contratos (como han hecho tradicionalmente) impondrá multas a las empresas de más de 50 empleados que no lo provean. Para ayudar a las familias a pagar estos seguros habrá subsidios públicos. El objetivo es que una hogar en el que haya ingresos anuales de 88.000 dólares no se dedique más del 9,5% de sus ingresos, uno 8.400 dólares, a pagar un seguro. Es un porcentaje que no incluye costes como copagos a los médicos.

El coste en una década será de 950.000 millones de dólares, 670.000 millones de euros. Aunque la Oficina Presupuestaria del Congreso no ha "auditado" el plan, el Gobierno dice que reducirá el déficit en 100.000 millones en la primera década y en un billón en la siguiente. Para financiarlo se impondrán comisiones en las farmacéuticas de 10.000 millones de dólares, y una tasa sobre los ingresos no salariales en los hogares que embolsen más de 250.000 dólares al año.

Un difícil trámite en el Congreso

Desde el Gobierno se indica que el plan de Obama es el punto de partida del debate entre los dos partidos que se celebrará el jueves y será televisado. Es decir, el presidente está abierto a incluir propuestas como la reforma de la ley de responsabilidades que eleva el coste de los seguros por negligencias médicas y que los republicanos quieren rebajar.El Congreso tiene que votar este plan y los demócratas, que carecen de mayoría suficiente para detener a la minoría republicana, estudian la posibilidad de aprobarla con un método que solo exige 51 votos y no 60. Este procedimiento, reconciliación, se reserva para leyes "que cambian el déficit o superávit presupuestario" y significa, en puridad, que se amplía el espíritu de esta herramienta parlamentaria.

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