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Tormenta en la primera petrolera española

El mercado resta importancia al hipotético relevo en la petrolera

Los analistas descartan que un cambio altere su plan estratégico.

Guillermo Sánchez Vega / Javier L. Noriega

El mercado reaccionó ayer con frialdad ante la posibilidad de que el consejo extraordinario de Repsol convocado para mañana pueda conllevar un relevo en la presidencia de la principal petrolera española, que actualmente ocupa Antonio Brufau. El valor cerró la sesión de ayer con un leve descenso del 0,37%, que se suma a la caída del 0,95% registrada en la sesión del martes. Este año, la petrolera se anota un descenso del 0,67% en la cotización, hasta 18,6 euros por título.

Los expertos consultados también optaron ayer por no conceder excesiva importancia a un hipotético cambio en la presidencia de Repsol. Alberto Roldán, de Inverseguros, afirmó en primer lugar que este cambio, por el momento, apenas es una posibilidad. Además, en el caso de que se produjese finalmente, lo más probable es que "no altere la estrategia de la compañía", y que la dirección mantenga la política inversora en Brasil y en África", entre otros países, lo que deberá infundir tranquilidad sobre la cotización.

La exploración ha sido uno de los pilares de la gestión del leridano al frente de la petrolera, con 40 sondeos finalizados durante el pasado ejercicio y con 15 hallazgos petrolíferos y gasísticos. Destaca el descubrimiento del pozo Perla 1X en Venezuela. La compañía estima que este yacimiento puede albergar reservas recuperables de gas de entre 1.000 y 1.400 millones de barriles equivalentes de petróleo.

Este éxito en la búsqueda de recursos contribuyó a que la cotización experimentase un repunte del 34,98% en 2009. El plan estratégico 2008/2012 prevé una inversión total de 32.800 millones de euros. En los nueve primeros meses de 2009, la compañía había alcanzado los 942 millones invertidos en actividades de exploración y producción. Este dinero ha permitido incrementar los recursos contingentes (reservas detectadas y que podrían ser extraídas en un futuro) en más de 500 millones de barriles a finales de 2009.

La búsqueda de recursos también ha sido fuente de polémica. La decisión más discutida de Brufau al frente de Repsol fue reducir en un 25% las reservas petrolíferas hasta dejarlas en poco más de 3.320 millones de barriles equivalentes en 2005. En los años sucesivos, los almacenes han ido vaciándose, hasta quedar en unos 2.200 millones de barriles el pasado año. "æpermil;ste es un punto oscuro", explicó Roldán, si bien reconoció que esta medida fue consecuencia de una "herencia" del anterior presidente.

Susana Felpeto, analista de Atlas Capital, también restó importancia al posible relevo. Auguró, eso sí, una cierta volatilidad de la acción a corto plazo. Donde sí podrá haber cambios es en la gestión del dividendo. De hecho, la batalla por la sucesión se desencadenó a raíz de la decisión de Brufau de reducir el dividendo en un 19% a finales del pasado año, lo que contrarió a su primer accionista, Sacyr, que abona los intereses del préstamo que recibió de 48 bancos para adquirir su 20,01% en la petrolera con estos pagos.

De esta manera, Felpeto espera que la retribución al accionista se recupere si la constructora designa a un nuevo presidente. Roldán se pronunció en la misma línea y puso de relieve la posibilidad de que la empresa que preside Luis del Rivero "prepondere la retribución" a los inversores antes que "crear valor al accionista". El analista valoró positivamente esta firmeza de Brufau, y calificó de "correcta" la decisión de reducir la retribución.

El banco portugués BPI, por su parte, aseguró ayer en un informe que las "incertidumbres" respecto a un posible cambio en la presidencia "podrían ser negativas para Repsol desde un punto de vista especulativo", ya que la compañía "tiene decisiones estructurales sobre la mesa como una posible desinversión en YPF". Esta venta es, de hecho, uno de los puntos débiles de la gestión de Brufau, a juicio del analista de Inverseguros. "Es un pequeño lastre", explicó, dado que "no se ha hecho todo lo que se podía hacer" en la apertura del capital.

La cifra

 

32.800 millones de euros prevé Repsol destinar a inversiones dentro de su Plan Estratégico 2008-2012.

La crisis impacta en la acción

La crisis ha lastrado la cotización de Repsol en los últimos meses. "La petrolera ha resultado muy penalizada por la fluctuación de la demanda", explicó el analista de Inverseguros, Alberto Roldán. Por ello, la capitalización de la compañía, de 22.708 millones, apenas ha variado en los últimos ejercicios.La depreciación del crudo provocó que el resultado de Repsol se redujese en un 55,4% en los nueve primeros meses de 2009, hasta 1.257 millones de euros, con un Ebitda de 4.803 millones, el 34,7% menos.

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