"Los arquitectos extranjeros deberían ejercer en España"
De padres arquitectos, este británico nacido con un plano debajo del brazo es Premio Stirling del Royal Institute of British Architects por la T4 de Barajas. Actualmente trabaja como socio de Richard Rogers.
Hay proyectos que quedan en el corazón de quienes lo crean. Para Simon Smithson, responsable de la oficina de Richard Rogers en Madrid, ése es la T4 de Barajas, una terminal que tardó en diseñar y construir alrededor de siete años y medio, y que ahora se ha convertido en paradigma de modernidad y orgullo de los madrileños. æpermil;l lo agradece.
¿Qué opinión le merece la profesión en España?
Cada vez hay más arquitectos españoles trabajando para estudios extranjeros, incluso en Londres. Esta tendencia comenzó con las becas Erasmus. Los españoles fueron de los primeros en apuntarse a este programa, y ahora resultan una de las nacionalidades más abundante en los estudios de arquitectura. Esto refleja la calidad de la formación española, que en mi opinión es muy alta.
Los arquitectos españoles consideran que la adaptación del Plan Bolonia les ha perjudicado. ¿Opina usted lo mismo?
No entiendo muy bien el impacto de Bolonia en los estudios españoles porque existen voces discrepantes, pero como arquitecto, que he tenido la oportunidad de trabajar en EE UU, creo que uno de los grandes éxitos de Europa es crear un empleo más abierto, tal y como ocurre en Norteamérica. Me parece lógico que un arquitecto alemán, italiano o español tenga el mismo nivel. Es lógico dentro del contexto de la Unión Europea.
¿Y es necesario por la cultura plural de los estudios?
Exacto. Los estudios de arquitectura siempre han tenido mucho movimiento entre países porque al final la lengua universal para la arquitectura es el dibujo. Es cierto, que ha mejorado pero todavía resulta difícil homologar los papeles para ejercer. Yo, por ejemplo, estoy en el Colegio de Madrid, pero tardé dos años y medio en conseguirlo, y esto tiene que ser más ágil.
¿Resulta interesante para los arquitectos extranjeros trabajar en España?
Claro, uno de los deberes que deberían cumplir los arquitectos extranjeros es ejercer aquí porque la cultura es mucho más abierta. En Gran Bretaña existe un debate de estilos, algo que no sucede en España. La sociedad española tiene mucho interés en la arquitectura y también se muestra más abierta a la arquitectura moderna.
¿El Consejo de los Colegios de Arquitectos exponía en una carta a Zapatero su preocupación por la crisis?
Yo ya he sufrido tres crisis, pero es cierto que la profundidad de la misma y la rapidez ha sido distinta. En España ha habido un boom de la construcción sin precedentes. Se proyectaron proyectos espectaculares, que en un año se han esfumado. Pero la crisis ha generado preocupación por temas no sólo económicos sino medioambientales. Nuestro arte consiste solucionar un problema de una forma elegante, en términos de economía sostenible.
¿Las medidas de sostenibilidad favorecerán la superación de la crisis y el impulso de la arquitectura?
Depende, el ciclo medio de cada proyecto dura cuatro o cinco años. Me parece sorprendente que los países hayan tardado tanto tiempo en reconocer que lo renovable puede ser el nuevo motor económico. En los años 60, con la primera crisis energética, los arquitectos se preocuparon por las construcciones sostenibles. Ahora la tendencia es la misma, pero por el impacto negativo en el clima. Es algo insalvable.
Proyectos sostenibles en las empresas
Cuando Simon Smithson tuvo delante el reto de construir su último proyecto, el parque empresarial Campus Palmas Altas, de Abengoa, su prioridad fue maximizar el contacto entre la gente que iba a trabajar. "Construimos un eje interno con jardines, un espacio singular con muchos rincones para tener varios lugares de descanso".Este proyecto de 50.000 metros cuadrados, todavía en construcción, supondrá uno de los principales exponentes de arquitectura sostenible en Andalucía. El parque cuenta con paneles de energía solar, oficinas insonorizas, suelos de materiales reciclables, y vistas a La Giralda. Para Smithson, "es ilusionante porque se trata de un proyecto que al no estar terminado todavía forma parte de la imaginación".Al diseño y ejecución del mismo han contribuido todo el equipo. En opinión de Simon Smithson, la educación del arquitecto pone mucho énfasis en el individualismo, cuando la capacidad de trabajar en equipo es algo muy importante. "Los jóvenes deben abrirse más y escuchar las claves de cada proyecto para acertar".