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Nueva crisis en el sector aéreo

La CEOE cierra filas en torno a Díaz Ferrán por segunda vez en siete días

Las voces que ponen en duda la representatividad de Díaz Ferrán como presidente de la CEOE se reproducen al mismo ritmo que sus acuciantes problemas empresariales. Desde la patronal, sin embargo, reiteran el "apoyo unánime" que le prestaron la pasada semana. El Gobierno, a su vez, defiende que su posición como interlocutor social sólo puede decidirla la Confederación.

La delicada situación de los negocios de Gerardo Díaz Ferrán multiplicó ayer su presencia pública y mediática por la responsabilidad paralela que ostenta, como presidente de la patronal española. Aunque oficialmente los empresarios asistieron "al fin de un imperio" con cierta prudencia, no faltaron las voces críticas que pusieron en duda su representatividad. Otras defendieron la independencia de ambos cargos. El Gobierno apostó por esta línea, asegurando que Díaz Ferrán "sigue siendo el interlocutor" que representa a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).

"El presidente cuenta con el apoyo unánime de los máximos órganos de Gobierno de la CEOE", defendió el portavoz de la patronal. La única voz oficial que salió ayer de la cúpula empresarial hacía alusión a la jugada que Díaz Ferrán realizó hace ahora una semana. Acababa de hacerse público que Caja Madrid, entidad de la que además es consejero, expedientaba al líder patronal por el impago de 26,5 millones de euros. A este hecho se sumaba que su compañía, Air Comet, llevaba meses sin pagar las nóminas de sus asalariados.

Llegado a este punto, Díaz Ferrán lanzó un órdago, adelantándose a sus detractores, y puso su cargo a disposición de la cúpula de la CEOE. Sorprendidos, los miembros del Comité Ejecutivo y de la Junta General ratificaron "con un aplauso unánime" a su máximo representante.

"El aval dado al presidente tampoco es una carta blanca", afirman desde la Confederación empresarial

Pese a que ayer los miembros de la CEOE volvieron a cerrar filas en torno a él, no todos están convencidos de que vaya a permanecer en el cargo. "El aval dado al presidente tampoco es una carta blanca", aseveran fuentes patronales. æpermil;stas admiten que tras la quiebra definitiva de la aerolínea hay quienes están reclamando un consejo de vicepresidentes para afrontar el problema, aunque desmienten que se haya convocado, por el momento, ninguna reunión extraordinaria. Por el momento se mantiene la calma oficial. De hecho, rivales internos como el antiguo opositor de Díaz Ferrán, el presidente de la patronal catalana Fomento del Trabajo, Joan Rosell, expresaron su "total y absoluto" apoyo a la labor del jefe patronal. Incluso el presidente de Cepyme, Jesús Bárcenas, con quien mantiene un fuerte conflicto, rehusó hacer ninguna declaración.

Desde el Ejecutivo, por su parte, incidieron en que la prioridad es el descalabro empresarial. "Creo que lo importante es solucionar los problemas que puedan tener los afectados de Air Comet. Todo lo demás no corresponde al ámbito de actuación del Gobierno", manifestó la vicepresidenta económica, Elena Salgado. El resto es decisión de la CEOE.

El 'patrón de patronos' cancela su agenda

La ausencia y el silencio marcaron ayer la vida pública de Gerardo Díaz Ferrán. Lejos de hacer declaraciones o pronunciarse sobre el anunciado descalabro que viven sus empresas, el presidente de la CEOE optó por cancelar su agenda. Sólo un día antes, el secretario general de la patronal, José María Lacasa, recordaba que la cúpula empresarial haría llegar esta semana al Gobierno sus propuestas de reforma laboral. El acto para ello, en el que Díaz Ferrán debía entregar las conclusiones de la Conferencia Empresarial al ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, estaba programado para la tarde de ayer. Apenas una hora antes de que diera comienzo, el Ministerio recibió una "petición de la CEOE" para aplazar la cita, pese a que ésta llevaba semanas concertada. El máximo representante patronal evitaba así cualquier encuentro con la prensa, que le esperaba a las puertas del Ministerio de Trabajo.Su relación con esta administración es, precisamente, una de las que más se cuestionó ayer. Inmersa la CEOE en una nueva negociación salarial, y a punto de retomar el diálogo social tripartito, no falta quien duda de la idoneidad de un empresario que lleva meses sin pagar a sus empleados. No fue el caso de Corbacho. "Díaz Ferrán sigue siendo el interlocutor del Gobierno a todos los efectos, más allá de los problemas o no que pueda tener con su empresa", afirmó. En cuanto a si seguirá siéndolo en el futuro, Corbacho contestó que la decisión es de los empresarios, pero ante todo "de él mismo".

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