Dubai, ante la cruda realidad de las finanzas
Dubai está aprendiendo la cruda realidad acerca de los centros financieros. Los esfuerzos de los emiratos para construir una Bolsa independiente desde cero parecen haber fracasado. Nasdaq Dubai, que fue establecida en 2005 y alardea de tener sólo tres cotizaciones primarias, será adquirido por su mayor rival local, Dubai Financial Market (DFM).
El movimiento consolida la propiedad gubernamental de las transacciones de Dubai. La operadora estadounidense Nasdaq OMX intercambiará su participación del 33,3% en el mercado internacional por un 1% -valorado en 39.000 millones de dólares basados en el precio de cierre del lunes- en DFM. Eso dejaría a Nasdaq OMX enfrentado a una rebaja del valor del 70% sobre el actual valor en libro de su inversión de 2008.
Por ahora, el acuerdo no cambiará la manera en que las Bolsas hacen sus negocios. Continuarán operando como entidades separadas que compartirán las funciones de oficina. Con el tiempo, sin embargo, es probable que acabe habiendo una fusión total una vez que se eliminen algunos vicios en el comercio de divisas, los estándares de regulación y los procedimientos.
En su actual forma, ambas Bolsas parecen sobredimensionadas. Los 66 valores que cotizan en DFM tienen una capitalización bursátil total de 36.000 millones de dólares, según una investigación del grupo Zawya. Nasdaq Dubai está valorado en 26.000 millones, pero la operadora de puertos DP World, participada en un 77% por la maltrecha Dubai World, es responsable de la mayor parte de ese capital. La capitalización bursátil combinada de las dos Bolsas de Dubai es menor que la de Abu Dhabi Stock Exchange -y ninguneada por los 324.000 millones registrados en la Saudi Tadawull-.
A largo plazo, un acuerdo más ambicioso con Abu Dhabi Stock Exchange tendría más sentido. Eso acabaría siendo una mala noticia para las ambiciones políticas de Dubai. Abu Dhabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos, que ha aportado 25.000 millones de dólares en fondos de rescate al emirato vecino de Dubai, quiere crear su propio centro financiero internacional. Pero en finanzas un jugador fuerte siempre es mejor que tres rivales débiles.
Una Galani