Cadbury califica la oferta de Kraft de "robo" y reconoce tener otras dos posibles alianzas
Cadbury no va a abrir las puertas a Kraft Foods. Al menos por el momento. El fabricante de chocolates británico volvió a rechazar ayer la oferta de compra del gigante de la alimentación estadounidense, pero fue un paso más allá a la hora de endurecer su defensa.
El presidente de Cadbury, Roger Carr, calificó los 10.100 millones de libras (alrededor de 11.225 millones de euros) que ofrece Kraft de "oferta irrisoria" que supondría "un robo" para los actuales accionistas. Cada acción de Cadbury cotizaba al cierre de ayer en 795 peniques, mientras Kraft tan sólo ofrece 725. De esta cifra, 300 peniques se pagarían en efectivo y el resto en acciones del grupo norteamericano.
Según los analistas del sector, si la estadounidense quiere hacerse con el control de la británica tendrá que elevar su oferta a entre 825 y 850 peniques. Por el momento, Kraft no ha desvelado si subirá o no su propuesta, aunque tiene de plazo hasta mediados de enero para desvelar si responde a las expectativas del mercado. Ayer, Kraft reaccionó a las críticas de Cadbury reiterando que su oferta beneficia a los accionistas por las posibilidades de combinación de negocios que permite.
Pero mientras Cadbury rechaza la propuesta de Kraft, no descarta a terceros. Su consejero delegado, Todd Stitzer, aseguraba que el grupo ha recibido dos ofertas que pasarían más por fusiones o combinaciones de negocio que por la venta de la empresa. Aunque prefirió no hablar de nombres, sobre la mesa están tres posibles candidatos: la estadounidense Hershey, la suiza Nestlé y la italiana Ferrero.
"Hemos sido muy claros al decirles que no estamos a la venta, pero que consideraremos cualquier oferta que sea competitiva y tenga un plan financiera detrás", explicaba ayer el consejero delegado de Cadbury.
"Pero hasta el momento no hemos recibido nada así", matizaba.