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Ganan los republicanos

Rapapolvo para el partido de Obama en las elecciones de Virginia y Nueva Jersey

Pocos minutos antes de las 11.00 de la noche, Jon Corzine, gobernador de Nueva Jersey, aparecía ante sus seguidores y los medios de comunicación para aceptar su derrota. Con el 49% de los votos, el republicano Christopher Cristie, ganó ayer las elecciones y será el nuevo líder de un estado que tradicionalmente es demócrata y en el que barrió Barack Obama en las elecciones de 2008. Corzine se tuvo que contentar con el 44%.

En Virginia, el otro estado que elegía gobernador, también ganó un republicano y en Nueva York, el alcalde Michael Bloomberg, un independiente, se hacía con un tercer mandato aunque por un margen más estrecho del que nadie podía imaginar.

La derrota de Corzine, una año después de la victoria de Obama, es un golpe para la imagen del propio presidente que ha bajado hasta la arena electoral de Nueva Jersey hasta en tres ocasiones para intentar dar la vuelta a unas encuestas que desde hacía semanas han ido mostrando un cierto empate entre ambos candidatos pero con una ligera ventaja para el republicano.

A Corzine le ha podido la crisis económica, algo de lo que Christie le ha culpado, la difícil situación presupuestaria de Nueva Jersey, uno de los estados con los impuestos más altos. Corzine dijo al final de su discurso que "algunos puede que nos retiremos de la política pero nunca de la lucha" y volvió a pedir el apoyo popular para algunas de las políticas que la Administración Obama tiene en la pipeta en Washington.

La victoria de Christie se une a la del candidato también republicano a la gobernación de Virginia, los dos únicos gobiernos en liza, Robert McDonell. Este estado del sur había estado en manos demócratas en los últimos ocho años, las de Tim Kaine, el presidente del Comité Nacional Demócrata. Virginia también se había inclinado por Obama en las elecciones de 2008.

Aunque la política estatal no tiene una directa traslación en la federal, para los republicanos, un partido sin líder claro y en el que se ha constatado un giro hacia las posiciones más extremas, se ha recuperado la moral perdida tras 2008. Haley Barbour, líder de la Asociación de Gobernadores Republicanos, explicaba ayer en un comunicado que "Chistie ha asegurado una gran victoria para el Partido Republicano. Ganar a un gobernador con mucho dinero para campañas en un estado demócrata como Nueva Jersey es un logro tremendo y el principio de la vuelta del G.O.P (Grand Old Party, el otro nombre del partido conservador).

Ciudades como Atlanta, Miami, Detroit y Nueva York, entre otras elegían también alcalde y había comicios para decidir propuestas como la de permitir el matrimonio gay en Maine.

En Nueva York y para sorpresa general, el alcalde Michael Bloomberg iba ganando a la hora en la que se cerraba esta crónica pero por un menor margen de lo esperado. Bloomberg, un independiente, impulsó una iniciativa legislativa para modificar la ley que le impedía presentarse una tercera vez a la alcaldía, algo que no ha gustado entre unos ciudadanos que sin embargo le han calificado como un buen gestor de la ciudad.

El multimillonario Bloomberg ha gastado en esta campaña más de 100 millones de dólares mientras que su oponente, el casi completo desconocido interventor de la ciudad, el demócrata Bill Thompson apenas ha dispuesto del 10% de este capital. Con el 99% escrutado, Bloomberg renovaba su tercer mandato con el 51% de los votos mientras Thompson, la gran revelación de la noche pese a su derrota, conseguía el 46%.

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