BNP es el más madrugador
BNP Paribas ha sido el primero en dar el salto. El mayor banco francés se liberará del a veces agobiante abrazo del Gobierno francés y devolverá los 5.100 millones de euros en acciones preferentes que había tomado como parte de un paquete de rescate bancario a principios de este año. Otros bancos franceses han esperado para seguir su ejemplo, sacando ventaja de la disposición optimista de los mercados. Querrán moverse bien antes de que el coste de la devolución de la ayuda pública aumente fuertemente el próximo julio.
BNP es el único de los grandes bancos franceses que no ha aumentado capital en 2008 y luego vivió para arrepentirse. Se abstuvo de lanzar una emisión de acciones hace un año. Unos pocos meses más tarde se encontró en la incómoda posición de ser el único banco en pedir dinero al Gobierno: ha destapado algunas desagradables sorpresas tras la accidentada opa de su rival belga Fortis.
No es que BNP estuviera amenazado. Ha continuado siendo rentable durante 2008, reservó unos 3.200 millones de euros de los beneficios netos en el primer semestre de 2009 y siguió al alza en el tercer trimestre. Habría usado esos beneficios para pagar al Gobierno, pero al elegir el camino de una emisión de acciones tras la cumbre del G-20 en Pittsburgh deja claro que en algún punto se impondrán requerimientos de capital más estrictos a los bancos. Por este camino, las ganancias son la pólvora seca que ayudará a enfrentar futuras caminatas de ratios de capital regulatorios. Entre tanto, el ratio Tier 1 permanecerá por encima del 9% tras la emisión de acciones.
¿Y quién es el próximo? Société Générale, el archirrival de BNP, es el candidato obvio. Sentirá la misma presión para devolver los 3.100 millones de euros del dinero estatal que tuvo que pedir hace 10 meses como parte del paquete de estímulo del Gobierno. Pero el banco no era el mejor situado para tomar la iniciativa. Si hubiera parecido que estaba dándose prisa para liberarse de las condiciones que el Gobierno ha adherido a su ayuda -un mínimo del 3% en crecimiento del crédito, y restricciones en los bonus de los intermediarios y compensación a ejecutivos- podría haberse ganado solamente otra buena reprimenda. Crédit Agricole también tomó unos 1.900 millones de euros en forma de deuda subordinada, que puede devolver sin dificultad. Ambos bancos están probablemente listos para proceder ahora que BNP ha tomado la iniciativa y ha despejado los cielos políticos.
Pierre Briançon