El reto del agua
En 2010, la presidencia española de la Unión Europea jugará un importante papel a la hora de establecer las prioridades para el crecimiento europeo y un mayor empleo a partir de tecnologías innovadoras. El agua y la energía son dos áreas estrechamente relacionadas que requieren inversiones masivas.
Se dice a menudo que la economía mundial se basa en el petróleo, pero también podría decirse que se basa en el agua. Es así de sencillo, la electricidad alimenta nuestros hogares y lugares de trabajo y, en la mayoría de los casos, no puede ser generada sin agua. Y a la inversa, la electricidad es necesaria para llevar el agua donde la queremos y para tratarla de manera que pueda ser reciclada y reutilizada.
En el conjunto de la Unión Europea, la producción de energía representa el 44% del total de agua extraída. Pero se prevé que la demanda global de energía se duplique en los siguientes 20 años a la vez que la demanda de agua se triplique. Las comunidades autónomas españolas, en cooperación con el Gobierno, han lanzado una campaña de sensibilización de alcance nacional a favor del uso racional del agua, pero no será suficiente.
Necesitamos una mejora rápida y a gran escala de las infraestructuras europeas para que nuestro consumo de agua sea más eficiente a largo plazo. En algunas zonas de Europa, la pérdida de agua por fugas debido a infraestructuras obsoletas puede sobrepasar el 40% del total del suministro. Apenas una pequeña proporción del agua que utilizamos es recuperada y reciclada.
Las buenas noticias son que hay tecnologías disponibles actualmente que tienen el potencial de reducir la cantidad de agua utilizada en la generación de energía. Igualmente, hay tecnologías eficientes para la recuperación o el reciclado del agua, pero hay pocos incentivos para utilizarlas, ya que es menos costoso para los fabricantes extraer el agua de los canales de agua o tomarla de la red pública.
La Unión Europea y los Gobiernos desempeñan un papel crucial en la colaboración con las empresas y la realización de esos objetivos. En 2010, la presidencia española debería trabajar en materia de legislación e incentivos para llevar a cabo una implantación extendida de las necesitadas tecnologías de recuperación y reciclado del agua.
GE considera, por su parte, que tiene sentido para la empresa continuar invirtiendo en I+D en aras del crecimiento y continuará trabajando para desarrollar soluciones ante el reto del agua que podría crear miles de puestos de trabajo. En el debate actual sobre el cambio climático, las cuestiones energéticas concentran todo el interés, mientras que los asuntos del agua apenas son considerados.
Pero es evidente que la energía y el agua son realmente dependientes entre sí y que no podemos ignorar esta relación si vamos a construir un futuro sostenible para nuestras sociedades modernas y para la vida misma.
Jon Freedman. 'Global Government Relations Leader' de GE Water
Juan C. De Armas 'Desalination Domain Leader' de GE Water