El regulador británico reclama un impuesto sobre operaciones financieras para limitar los 'bonus'
El presidente del organismo supervisor de los mercados financieros británicos, Adair Turner, expresó ayer su apoyo a un nuevo impuesto a la banca que contribuya a limitar el pago de primas excesivas en la banca. De esta forma, se une a Francia y Alemania en su campaña para controlar los bonus exhorbitantes para los banqueros.
En declaraciones que publica la revista Prospect, Turner, presidente de la Autoridad de Servicios Financieros (FSA), calificó de "socialmente inútiles" muchas de las actividades desarrolladas por las entidades financieras a la vez que se preguntó si la City había crecido demasiado.
El presidente de la FSA fue criticado en el pasado por su postura considerada excesivamente condescendiente con las pagas excesivas a los banqueros.
Su propuesta de aplicar un impuesto a los millones de transacciones que tienen lugar en la City serviría para reducir los ingresos de la banca y dejaría menos dinero disponible para el pago de primas millonarias, según explicó.
Según lord Turner, semejantes impuestos serían "una buena y sensata" fuente de ingresos con los que financiar bienes y servicios de utilidad social.
Hace unas semanas, la FSA anunció la introducción de nuevas normas a partir de enero próximo por las que se exigirá distribuir las primas en un plazo de tres años en lugar de proceder a su pago inmediato para esperar a ver así los resultados de la gestión de los altos ejecutivos.
El pasado martes fue el presidente francés Nicolas Sarkozy quien anunció que iba a imponer a la banca un nuevo esquema de retribuciones variables. Tras una reunión con los principales banqueros del país, amenazó con que el Estado no trabajaría con los bancos díscolos. Al día siguiente, la canciller alemana, Angela Merkel, secundó la postura defendida por su homólogo.