La confusión reina en los mercados
Las acciones están teniendo una semana dispareja. La mayoría de los principales índices han bajado entre un 2% y un 3% respecto a sus recientes picos. Pero es muy pronto para decir si los mercados simplemente se han cogido un descanso o han llegado al final de su recorrido. Los stocks han subido en Europa y EE UU entre un 35% y un 50% desde marzo.
Una cosa está clara: una colección de experimentos de política fiscal, monetaria y corporativa ha ayudado a frenar la caída libre del PIB que comenzó el pasado mes de septiembre. Este cambio favorable en la dirección de la economía -y el efectivo generado por dichas políticas- explica el rally del mercado de stocks.
Pero si miramos hacia el futuro, la confusión es lo que reina. Por ejemplo, el crédito se está estrechando en EE UU, según una encuesta de la Fed. Pero los préstamos avanzados por los 22 bancos que recibieron ayudas públicas han aumentado un 13% en un mes. A los economistas les gustaría aclarar las cosas, pero lo tienen complicado. Ni la teoría ni la historia pueden decir demasiado al respecto. La crisis demostró que los detallados modelos usados por los expertos eran inadecuados exactamente en el punto de más incertidumbre -cómo afectan los cambios en las condiciones financieras en la actividad económica-. Increíble pero cierto.
Es más, los modelos asumen la existencia de una característica económica simple: una sucesión de distorsiones cíclicas -y similares- que surgen alrededor de tasas de crecimiento del PIB bastante estables. Pero la burbuja del crédito y la crisis no cuadran en este esquema.
Algunos economistas prefieren rechazar los detallados trabajos sobre inputs y outputs para confiar en qué sucedió en el pasado en situaciones similares. Pero nadie sabe cuáles episodios son los relevantes, si es que los hay. Ha habido muchas recesiones y muchas crisis de deuda en muchos países, pero esta vez -tipos de interés casi al 0%, déficits públicos casi inéditos en tiempos de paz y un apoyo público al sistema financiero sin precedentes- podría tratarse de algo realmente diferente.
El futuro llegará se prediga o no. Pero inversores y expertos tienen buenas razones para seguir cambiando de idea. El mercado podría dar más reveses como el que atravesamos antes de que se logren aclarar las tendencias.
Por Edward Hadas