La facturación de la mayor compañía mundial del sector alcanzó los 21.767 millones de dólares (15.252 millones de euros), un 15,2% menos, lastrado por la reducción de los sobrecostes por combustible, el menor peso de los paquetes trasnportados y el impacto negativo del cambio de divisas. De este modo, el negocio de paquetería en EE UU facturó un 11,1% menos, mientras que a nivel internacional bajó un 21,4%.
En el segundo trimestre del ejercicio, UPS obtuvo un beneficio neto de 445 millones de dólares (312 millones de euros), un 49% menos, mientras que su facturación bajó un 16,7%, hasta 10.829 millones de dólares (7.587 millones de euros).
"El entorno económico global presionó nuestros reultados, aunque UPS se mantiene financieramente muy fuerte", dijo el presidente y consejero delegado de UPS, Scott Davis.
De cara a los prximos meses, la multinacional prevé que el entorno económico "continúe siendo complicado", lo que provocará descensos en la facturación de la compañía tanto a nivel internacional como en EE UU la pesar de que se aprecian signos de estabilización en las caídas.