El nuevo desafío de Google
El desembarco de Google en el negocio de los sistemas operativos para ordenadores con su Chrome OS es más que una guerra contra Microsoft. Se trata de una redefinición del concepto. Chrome OS está concebido para trabajar en la red. Lleva la inteligencia del ordenador a internet y da la bienvenida a lo que algunos han definido como webcentrismo, donde ya no tiene sentido albergar sofisticados sistemas en las máquinas de los usuarios. El movimiento, cuyo éxito está por ver, es un desafío al liderazgo de Microsoft en un campo que domina hace décadas: el 90% de los PC del mundo llevan Windows. Ni Apple, ni iniciativas como Linux o Netscape han logrado desplazar al gigante del software. Google tiene a favor la fortaleza de su marca, su liderazgo como buscador y la apuesta generalizada de la industria por el llamado cloud computing, aunque no ha logrado apenas ganar cuota con su navegador Chrome.
Los mercados financieros están muy atentos a este aumento de la competencia, que debe ser celebrado por los usuarios. Sin embargo, parece seguro que nadie regalará un sistema operativo a cambio de nada. La ganancia de Google estará en que los usuarios pasen más tiempo en la red y con sus productos, para hacerse un gigantesco mercado publicitario y una casi inabarcable base de datos con toda la información de sus usuarios.