Industria remite esta semana a la CNE la propuesta de los peajes eléctricos
Industria remitirá esta semana a la Comisión de la Energía una propuesta de revisión de las tarifas de acceso a las redes. Aunque la propuesta resulte elevada, su peso sobre la tarifa definitiva de julio es pequeño. Con el nuevo sistema, en ésta será más determinante la subasta de energía que se celebrará a finales de mes.
La confusión que reina en torno a la nueva tarifa de último recurso (TUR) va a ir creciendo a medida que se acerque la fecha de su entrada en vigor: el 1 de julio. De las múltiples dudas que se están planteando los consumidores, una es si la tarifa va a subir y cuánto. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, insiste en que no lo sabe aún y, aunque no todos han dado credibilidad a sus palabras, así es.
Por el momento, su ministerio va a remitir esta semana a la Comisión de la Energía (CNE), una propuesta de revisión de las tarifas de acceso a las redes (peajes), que no incluye, como en el actual sistema de tarifas que desaparece en julio, el coste de la energía. Este lo determinará el precio resultante de la subasta de energía para el suministro de último recurso (Cesur), que se celebrará entre el 23 y el 25 de junio.
Por tanto, aunque la propuesta de peajes resulte elevada o la CNE proponga subidas mayores, el resultado no marcará la TUR final, que es más amplia: y es que el peso de los peajes puede representar sólo una quinta parte de la tarifa.
La propuesta de tarifas de acceso, una vez informada por el regulador energético, deberá ser incluida en una orden ministerial. No así, el precio de la energía derivado de la subasta, que será sumado directamente por Industria. Teniendo en cuenta que las de acceso financian el déficit, la condición es que su revisión sea acorde con los 3.500 millones de desviación que permite para 2009 el real decreto ley de medidas energéticas recientemente aprobado. El déficit hasta a 2012 puede alcanzar hasta 9.500 millones.
Nueva metodología
Aunque las Cesur ya existían, de hecho, se han celebrado un total de ocho, las que servirán de referencia a la TUR tendrán una nueva metodología, que Industria ha remitido también a la CNE para su dictamen. Y es que, según un experto, hasta ahora, las subastas eran experimentales y las distribuidoras compraban la energía sin riesgo, ya que la energía se liquidaba.
A las nuevas Cesur acudirán las cinco comercializadoras de último recurso de nueva creación, que deben cubrir sus costes con el precio resultante de la puja, que se trasladará a la tarifa. El real decreto ley que regula la TUR establece que ésta sea aditiva, esto es, que cubra los costes.
Ante la duda sobre el resultado de las subastas y, por tanto, de la primera TUR, las eléctricas se mantienen expectantes y no están realizando ofertas a los clientes que tienen derecho a esta tarifa: los casi 25 millones de puntos de suministro con menos de 10 kW de potencia.
El enigma del incremento tarifario
En el nuevo sistema de suministro de último recurso, el método de revisión de la tarifa es diferente. Ello impide adivinar lo que va a pasar con la subida del 1 de julio, que, en buena parte, va a depender de las subastas Cesur que se celebrarán entre el 23 y el 25 de junio.Fuentes del sector desconfían de la puja, pues las empresas que compran (comercializadoras de último recurso) y las que subastan (generadoras) pertenecen en su mayoría a los mismos grupos empresariales. Además, las subastas de energía primaria (o VPP), que estaban obligadas a realizar hasta ahora los operadores dominantes del mercado (Endesa e Iberdrola, por tener más del 10% de cuota) para ceder a terceros una parte de su producción han desaparecido de la norma que regula la TUR.Además, para calcular la nueva tarifa, el real decreto incluye una prima de riesgo del 5% (que se sumará al precio). En el dictamen correspondiente, la CNE considera que esta prima es redundante, ya que, en su opinión, ya está cubierta por el mercado.