"Los canales informales de remesas menguan a ojos vista"
Forjada en First Data, lidera la segunda plataforma de remesas del mundo desde el pasado enero.
Money Gram envida en España La recesión económica y la caída del negocio de giros en el país -cedieron un 7,2% el pasado ejercicio, hasta 7.840 millones de euros, según el Banco de España- no arredran a la multinacional, que reitera su compromiso con este mercado. "España sufre en mayor medida que otros países la actual recesión económica, pero sabemos que mejorará. Estamos aquí a largo plazo", afirmaba el pasado jueves Pamela Patsley, presidenta de la segunda plataforma de remesas del mundo en una entrevista concedida a CincoDías.
Esta directiva tomó las riendas de Money Gram en enero. Su labor es dirigir una compañía que ha sufrido un auténtico vía crucis a raíz de la crisis de las hipotecas subprime, iniciada en agosto de 2007, y de las posteriores turbulencias financieras.
Aquel año, el grupo cosechó unas pérdidas de 1.072 millones de dólares (759 millones de euros) por culpa de sus inversiones. En 2008, los números rojos menguaron hasta los 261 millones de dólares (185 millones de euros). La firma acaba de regresar a los beneficios este año. En el primer trimestre ganó 11,8 millones de dólares (8,4 millones de euros) y los principales indicadores de su negocio evolucionan a tasas de dos dígitos.
En opinión de Patsley, estas vicisitudes no supondrán un handicap para la compañía frente a sus principales competidores. "En 2008 acometimos un proceso de recapitalización y ahora tenemos dos accionistas muy importantes: el fondo de capital riesgo Thomas H. Lee Partners y el banco de inversión Goldman Sachs. Tenemos un gran acceso a capital a través de estas organizaciones. Por lo tanto, no se nos debe descartar del juego de adquisiciones por los problemas del año pasado", afirma.
Pero hasta que emerjan oportunidades interesantes, la multinacional se concentra en incrementar su red de agentes. En los últimos dos meses ha firmado acuerdos para reforzar su red en India (Punjab National Bank), China (Bank of China), Filipinas (M. Lhuillier), Kenia, Etiopía y Angola.
El Banco Mundial (BM) estima que en el mundo hay 190,6 millones de migrantes. Es decir, un 3% de la población planetaria. Según este organismo, estos trabajadores mandaron en 2008 a sus países de origen unos 305.000 millones de dólares (215.733 millones de euros).
Además de competir con firmas como Western Union, Money Gram debe lidiar los envíos de dinero a través de familiares o conocidos. æpermil;stos son los llamados canales informales. Aún así, Patsley afirma que se han producido importantes progresos en este último campo. "Los envíos informales de remesas se están reduciendo de forma considerable", explica la presidenta de Money Gram.
Los motivos son diversos. Por un lado, destaca el descenso de las comisiones que cargan las remesadoras, así como la rapidez y fiabilidad del servicio. También ha resultado crucial el desarrollo de las redes de pago. En un periodo de dos o tres años, su compañía ha pasado de tener unos 100.000 puntos de atención a 180.000, hoy. Por último, las Administraciones también han aportado su granito de arena al poner en marcha medidas legales y policiales destinadas a combatir el lavado de dinero.
La ejecutiva elude pronunciarse sobre cómo afectarán a su negocio las medidas adoptadas por varios Gobiernos europeos para endurecer el control sobre la inmigración. "Nos adaptaremos a los cambios legislativos", se limita a responder.
Patsely es más directa al responder sobre cómo influirá a su compañía la Directiva de Servicios de Pago. Esta iniciativa, destinada a armonizar el régimen legal aplicable a los servicios de pago en la UE, "exige un montón de trabajo de adaptación, pero ofrece a firmas como Money Gram muchas oportunidades".
Desarrollo de una red propia en España
La segunda plataforma de remesas del mundo abrió su oficina en Madrid en 2005, pero no fue hasta el año pasado cuando comenzó a operar de forma directa en España. En 2008 pagó 3,4 millones de dólares (2,4 millones de euros) por hacerse con Money Card y otros 4,5 millones de dólares (3,2 millones de euros) por comprar a Banesto su filial Cambios Sol, según información remitida al supervisor bursátil de EE UU (SEC). Hace unos meses unificó estas dos remesadoras en una sola sociedad: Money Gram Payment Systems, Spain, SA.Su objetivo ahora es incrementar su red propia de agentes en un 15%. æpermil;sta convivirá con los locales de sus socios bancarios (Banco Popular, Caja Navarra, Cajamar, Caja Laboral y Banco Cooperativo), distribuidores (Carrefour) y remesadoras (Change Center, Money Express Transfer e Hispano World Transfer).A pesar de que Western Union tiene un banco con sede en Austria desde hace algunos años, Money Gram no pretende seguir su ejemplo. Pamela Patsley descarta que vayan a solicitar una licencia bancaria en la UE. La firma prefiere centrarse en el desarrollo de productos ligados a las remesas, como el pago de efectivo en efectivo, ingresado en tarjeta, en la cuenta corriente, en el móvil; los giros por móvil o internet, así como la emisión tarjetas de prepago o de marca compartida. En España comenzará a distribuir tarjetas de fidelización a partir del próximo julio.