El Ibex se recupera de las elecciones en EE UU, conquista los 11.600 puntos y sube un 0,73% en la semana
Las Bolsas europeas giran al alza mientras en Asia pesan las políticas de proteccionismo que aplicará el Gobierno de Trump
El final de la temporada de resultados empresariales y el eco ya lejano del resultado electoral en EE UU han impulsado al Ibex 35 esta semana. En la sesión de este viernes, el selectivo español ha recuperado los 11.600 puntos tras sumar un 0,97%. En las últimas cinco sesiones se apunta un 0,73% gracias al desempeño del sector bancario por las expectativas de menores bajadas de tipos y tasas de interés más altas durante más tiempo.
Los valores más alcistas este viernes han sido Unicaja, que ha sumado un 3,35%, BBVA con un 3,19% y Acciona, que se apunta un 3,09% tras presentar resultados. En la semana, las ganancias las lideran Unicaja (+5,38%), Solaria (+4,95%) y Acciona Energía (+4,84%). En el lado de las pérdidas, Rovi (-4,68%) y Grifols (-1,51%) han sufrido las mayores ventas de acciones este viernes lastradas porque los últimos nombramientos en el Ejecutivo que presidirá Donald Trump castigan a las empresas de vacunas. En la semana, el farolillo rojo del Ibex ha sido Cellnex (-4%) seguida de la propia Rovi (-3,79%) y ACS (-3,12%).
En esta semana, el sector inmobiliario también ha vivido jornadas frenéticas en la Bolsa. Después de que se conociera el acuerdo entre PSOE y Sumar para reformar el régimen fiscal del que gozan las socimis y que eliminaría la ventaja de tributar a un tipo de sociedades del 0%, Merlin y Colonial llegaron a registrar amplias caídas el martes. Pero tras presentar unos buenos resultados, anunciar que estudian medidas legales y la posibilidad de cambiar su sede fuera de España, las dos inmobiliarias han logrado recuperar terreno. Merlin, más afectada porque tiene el 88% del negocio en España, se ha dejado un 2,6% y Colonial ha logrado cerrar en positivo la semana (+0,64%).
En el resto de grandes Bolsas europeas, el tono ha sido mixto. El Dax alemán se ha mantenido plano (-0,02%), en una semana en la que se han anunciado elecciones anticipadas para el próximo 23 de febrero. El Cac francés se ha dejado un 0,94% y el Mib italiano ha repuntado el 1,11%. En Reino Unido, el Ftse cae ligeramente un 0,11%. El PIB británico repuntó un 0,1% en el tercer trimestre del año.
En Asia, las Bolsas siguen dominadas por el efecto Trump y la previsión de que el Gobierno estadounidense imponga fuertes aranceles a las importaciones, especialmente a las chinas. Tampoco han ayudado los últimos datos macroeconómicos en el país. Las últimas medidas de Pekín para revivir el sector inmobiliario no lograron mejorar el ánimo de los inversores. Los precios de la vivienda nueva en China han caído por decimoséptimo mes consecutivo en octubre. Igualmente, se ha desacelerado la producción industrial, que se ha quedado por debajo de las previsiones. El Hang Seng ha perdido un 6,28% en la semana y el Nikkei japonés cede el 2,17%.
“Creemos que un segundo mandato de Trump podría representar un desafío importante para las condiciones macroeconómicas de China y el resto de Asia. Es probable que EE UU adopte políticas comerciales muy proteccionistas contra China, lo que también tendría un impacto indirecto en el resto de Asia. Aunque las amenazas de Trump, como imponer aranceles del 60% a las importaciones chinas y del 10% al resto del mundo, podrían ser parte de una estrategia de negociación, la incertidumbre que generarían bastaría para alterar los flujos comerciales globales. Si finalmente se aplican esos aranceles, tendrían un gran impacto en las exportaciones de China a EE.UU. y en el comercio exterior de Asia durante los próximos años”, apunta Christiaan Tuntono, economista senior de Asia Pacífico de Allianz GI.
Al otro lado del Atlántico, Wall Street, por el contrario, ha frenado su racha alcista. El S&P 500. A pesar del impulso que supuso el efecto Trump ante las perspectivas de menores impuestos para las empresas, las medidas proteccionistas y un esperado crecimiento económico, sobre el mercado pesa la incertidumbre por la inflación y el aumento del déficit en Estados Unidos. Así, el S&P 500 cede un 0,77% en la semana, el Dow Jones se deja un 0,84% y el Nasdaq un 2,22%.
“Para los mercados, las elecciones han sido un revival de 2016, con las acciones en nuevos máximos históricos, las pequeñas capitalizaciones floreciendo y los bonos vendiéndose. Eventualmente, esos rendimientos crecientes de los bonos resultarán ser un problema para la renta variable. No sería descartable una fuerte caída de la renta variable. Vale la pena señalar, hasta ese punto, que una barrida del Partido Republicano ha sido históricamente mejor para el S&P 500, en promedio, que un presidente republicano con un Congreso dividido”, explica Linda Duessel, estratega senior de renta variable de Federated Hermes.
La corrección se extiende al mercado de deuda. El tono más duro empleado por el presidente de la Reserva Federal durante su conferencia en Dallas ha vuelto a poner de manifiesto que las expectativas que se habían creado los inversores sobre las rebajas tipos eran demasiado optimistas. Una semana después de que Jerome Powell afirmara que todas las opciones estaban sobre la mesa, el jueves destacó que no tiene prisa por bajar los tipos. Los operados empezaron a calibrar la posibilidad de que en diciembre no toque las tasas. Las probabilidades de rebaja del precio del dinero antes de que finalice el año se moderan al 62% y día a día gana fuerza la idea de que en enero hará una pausa. Con esta idea, sobrevolando los mercados, las rentabilidades de la deuda repuntaron y deshicieron la recuperación lograda en la recta final de la semana pasada. A diferencia de la jornada postelectoral en la que los plazos largos se vieron fuertemente tensionados, ahora son los cortos los que más sufren la presión vendedora. Los rendimientos de la deuda de EE UU a dos sube seis puntos básicos, hasta el 4,32% máximos pasado julio. Por su parte, el bono a diez años, que se mueve basándose en las presiones inflacionistas, retorna al 4,46% que registró tras la victoria de Trump.
Más estabilidad es la que muestra la renta fija de la zona euro. Alemania logra sacudirse la inestabilidad política y el bono alemán a 10 años se mantiene estable en el 2,35% mientras la deuda española al mismo plazo hace equilibrios sobre el 3%. La política arancelaria que pretenden aplicar la nueva administración es vista como una amenaza al mediocre crecimiento de la zona euro. Aunque la mera aplicación de aranceles por sí solos no serían suficientes para que el BCE acelerara la rebaja de las tasas, Rubén Segura-Cayuela, economista jefe de Bank of America para Europa, considera que aumento persistente de la incertidumbre sobre la política comercial podría filtrarse rápidamente a través de los datos de confianza, incluso antes de que se adopte ninguna medida política. El experto cree que esto podría traer a escena la idea de recortes de 50 puntos básicos y hacer que un tipo terminal del 1,5%, la idea que defienden desde la entidad, sea una visión optimista. A día de hoy los tipos de interés están en el 3,25%.
Los inversores ya no creen que la Fed vaya a bajar los tipos cuatro veces de aquí a junio, como hace diez días. Ahora piensan que solo serán dos. Las políticas de Trump son vistas como inflacionistas. Un fortalecimiento del dólar y por tanto mayor debilidad del euro generará más inflación. Las importaciones serán más caras, se elevarán los costes de las materias primas que se traigan del exterior y eso se trasladará a un aumento de costes para las empresas”, valora José Manuel Marín Cebrián, economista y fundador de Fortuna SFP.
En el mercado de divisas, el euro se coloca en 1,0541 dólares y sigue reduciendo la distancia con el billete verde americano. “La fuerte revalorización que está experimentando el dólar frente al euro puede aumentar las presiones inflacionistas en la eurozona, limitando la capacidad de actuación del BCE en un momento en el que la economía de la región está dando síntomas de debilidad”, comentan en Link Securities.
En cuanto a las materias primas, el petróleo Brent, de referencia en Europa, subió hasta los 72,28 dólares el barril. Se trata de la tercera jornada al alza, aunque los analistas pronostican una fuerte caída, antes las previsiones de un exceso de oferta de más de un millón de barriles al día para el próximo año, debido principalmente por una caída en la demanda en China.
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