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Morosidad

Una de cada tres facturas emitidas se cobra ya a un plazo superior a 90 días

La aceleración de la crisis económica ha provocado un fuerte repunte de la morosidad en España durante el primer trimestre de 2009. Según el último informe de la consultora Intrum Justitia, el riesgo de impago de España se ha elevado siete puntos hasta alcanzar los 166, lo que representa un nivel en el que, según la consultora, la intervención para hacer cumplir los plazos y las obligaciones fijadas en la ley (pago en 60 días) es obligatoria. El estudio sitúa a España muy por encima de los niveles de riesgo de Italia (162), Reino Unido (155), Alemania (153) o Francia (150).

Y lo peor es que esa tendencia se incrementará a lo largo del año, ya que el 82% de las empresas consultadas (un porcentaje que representa el doble que el registrado hace un año) asegura que el riesgo de impago continuará incrementándose a lo largo de 2009.

Un dato que avala esa percepción es el fuerte incremento que han experimentado el número de facturas que se pagan a más de 90 días. En el primer trimestre de 2008 significaban el 24% del total; doce meses después suponen una de cada tres, lo que deja entrever las dificultades de consumidores, empresas y administraciones públicas para hacer frente a sus obligaciones de pago. Sólo los consumidores cumplen el plazo fijado por ley para pagar sus cuentas pendientes, mientras que las empresas llegan a demorarlos hasta 98 días y las administraciones pueden abonarlas hasta en 139 días.

Según el estudio, los retrasos en los pagos se han incrementado una media de 10 días por factura y se observa que las empresas, tanto las españolas como las europeas, centran sus primeros esfuerzos en pagar en primer lugar a las Administraciones Públicas cuando comprueban que su liquidez ha disminuido. En segundo término aparece como prioridad el pago de las cotizaciones a la Seguridad Social de los empleados y en tercer lugar el pago al principal proveedor de la compañía.

El repunte de la morosidad está afectando directamente a las cuentas de las empresas, ya que las pérdidas por impagados se incrementaron en España tras cinco años consecutivos de caídas. En 2004 representaban el 3% de la facturación de las compañías, porcentaje que se fue reduciendo hasta el 2,2% en 2008. La aceleración de la crisis económica ha provocado un repunte de este indicador, que se ha situado en el 2,4% en el primer trimestre del año. La media europea en pérdidas por impagados ha experimentado también un importante incremento de cuatro décimas de punto, hasta alcanzar el 2,4% de la facturación en el primer trimestre de 2009.

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