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Javier Uceda

'Se estará mejor formado para conseguir empleo'

Asegura que Bolonia supone una oportunidad para que la universidad sea más competitiva.

Es ingeniero industrial por la universidad que dirige en estos momentos. Javier Uceda afronta los cambios que está viviendo la educación superior como un gran reto para mejorar el sistema educativo y hacer que los universitarios sean más empleables.

¿Por qué está generando tanto malestar la adaptación de las universidades al plan Bolonia?

Porque ha habido falta de información concreta. El proceso ha sido muy dilatado; se lleva hablando de ello desde hace una década, pero no se ha ofrecido una información clara sobre cómo va a afectar a los estudiantes, a las familias y a la sociedad. Existe una preocupación por este tema.

¿Están fundamentadas las protestas de los universitarios y el profesorado?

Hay un sector del profesorado y de los estudiantes que no adivinan y comparten las ventajas que ofrece Bolonia. Yo soy partidario. Los argumentos de los alumnos y de los profesores se pueden entender, pero no responden a hechos reales. Tienen miedo, entre otras razones, porque ahora las titulaciones tienen cinco años y reducimos un año, y creen que esto se hace para abaratar los costes, y cuando vayan a hacer el quinto año les van a cobrar más. Los estudiantes pagan ahora una media de 1.000 euros al año por matrícula, y el año del máster estará entre 1.500 y 1.800 euros. Con cuatro años se puede formar a un profesional, aunque luego existe el esquema del máster que le da una mayor flexibilidad. El ministerio dotará de becas para los posgrados y también habrá ayudas en función de un esquema de rentas.

¿Por qué es usted partidario?

Tiene una serie de ventajas decisivas, entre ellas, la armonización de la educación superior europea. Es un paso decisivo hacia la movilidad de los estudiantes y de los profesores. Se trata de ir a una estructura cíclica: primero se va al grado; después, al máster dentro de un camino académico. El máster aparece como una pieza esencial de corta duración.

Los carreras van a tener una duración de cuatro años mientras que en Europa serán de tres, ¿por qué esa diferencia?

Se podía optar entre tres y cuatro años, y España ha optado por cuatro porque es un año más y eso se notará en la calidad formativa. También se ha buscado que en el caso de España no sólo nos armonice con Europa, sino con el espacio latinoamericano y norteamericano. Creo que es mucho mejor; además, el grado de formación de cuatro años permite una mayor formación de competencias necesarias para incorporarse al mercado laboral. Hay países, como Italia y Alemania, que se están cuestionando el esquema y planean cambiarlo. Lo que permite el nuevo plan es que si un alumno empieza a estudiar Derecho, en el camino pueda cambiar a una ingeniería, de manera que exista una gran flexibilidad en todo el proceso.

Los empresarios se quejan de que existe un desfase entre lo que demanda el mercado laboral y la formación de los universitarios.

Con el nuevo plan de estudios no hay agregación de asignaturas. Ahora se formará en conocimiento y en habilidades, también sobre temas prácticos empresariales. La formación tiene que ser parte de toda la vida profesional. El posgrado es decisivo en el desarrollo de un profesional, pero además se puede elegir entre hacerlo una vez finalizado el grado o cuando ya se ha adquirido cierta experiencia laboral. Este tipo de formación les va a dar ventajas competitivas para obtener empleo. Se estará mejor formado para el empleo. Es el reto.

¿Está la universidad preparada para afrontar todos estos cambios?

Los cambios son muchos y tenemos que desarrollar una estructura que regule esto. La idea que tenemos en la Universidad Politécnica es semestralizar la actividad. Empezar el primer semestre a principios de septiembre y acabarlo en Navidad. Y el segundo periodo que vaya de febrero a julio. El mes de agosto se quedaría para vacaciones. También se van a aplicar cambios en el sistema de evaluación, que va a ser más continua, donde habrá actividades en grupo. Tenemos que regular toda la actividad del profesorado, que hasta ahora se media por el número de horas en aula y ahora se diluye. Las clases magistrales seguirán existiendo y también tendremos que ver los recursos que hacen falta y modificar la estructura organizativa.

¿Está el profesorado preparado para afrontar todos estos cambios?

El profesorado ha de formarse en todos estos temas, pero llevamos formando al profesorado desde hace mucho tiempo, además todos tienen una trayectoria profesional y, en ese sentido, ya hay mucho hecho, pero tenemos que hacer más. En cuatro o cinco años tendrán que coexistir los planes actuales y los nuevos, porque el cambio será progresivo. En estos momentos, en la Politécnica tenemos adaptadas unas 10 titulaciones de 40. El resto se adaptarán en el curso 2010-2011.

¿Los universitarios que cursan sus titulaciones por el antiguo plan están en desventaja en relación a los que se matriculen en el nuevo plan?

No, no estarán en desventaja porque, por ejemplo, en el caso de las ingenierías técnicas podrán incorporarse, si así lo desean, a los planes nuevos. Habrá un mecanismo de reconocimiento de créditos de los actuales a los nuevos planes.

¿Disponen de recursos para adaptarse al nuevo plan?

La financiación es un problema, porque para hacer todo esto y gestionar el cambio se necesitan recursos y no disponemos de ellos, así que no queda otra que aguzar el ingenio e intentar atraer recursos a través de las empresas, buscando patrocinios. Con los mismos recursos tenemos que hacer muchas más cosas. Por tanto, hay que centrar los gastos en lo que es la actividad nuclear, que es la actividad docente. Es esencial dedicar tiempo y atención a la búsqueda de recursos financieros.

'Tenemos que mejorar el rendimiento académico'

Es crítico con el dato de que los estudiantes tardan dos años más de lo fijado en los planes de estudio en finalizar sus carreras. 'No podemos permitirnos el lujo de tener a alumnos durante años en la universidad, aunque se deberían estudiar los casos. Tenemos que mejorar el rendimiento académico', dice Uceda, quien asume una parte del problema, ya que la tardanza en finalizar los estudios se da sobre todo en las carreras técnicas, que componen el catálogo de títulos de la Universidad Politécnica de Madrid. 'Hemos tenido dificultades, pero para que cambien las cosas tenemos que hacerlas de manera diferente. Hemos de ser más eficientes'. Sobre las salidas profesionales de los universitarios en un entorno de crisis, asegura que este año lo tendrán más difícil, 'pero se necesita talento cualificado e innovador para salir del bache'.

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