'La crisis no puede paralizar la creatividad de las empresas'
Es el rostro de Custo Barcelona, empresa de la que asegura seguirá siendo propietario, junto a su hermano David, a pesar de los rumores de venta que circulan desde hace tiempo. En 2009 abrirán nuevos mercados.
Le tiene miedo a muy pocas cosas. Y a la crisis económica, el diseñador Custo Dalmau, nacido en Tremp (Lérida) hace 50 años, le planta cara con nuevas propuestas, arriesgando, innovando, enriqueciendo sus propuestas con texturas y colores, pero adaptando los precios a los nuevos tiempos. La entrevista se desarrolla en el cuartel general que Custo Barcelona tiene en Estados Unidos, en pleno Soho neoyorquino.
¿Cómo está viviendo el actual momento?
Con tranquilidad. Las noticias que hay todos los días son desalentadoras y se percibe en el ambiente mucho miedo, demasiado. Lo único que se puede hacer es seguir adelante, luchando, trabajando más y abriendo nuevos negocios. Nosotros hemos abierto nuevas áreas de negocio, como una línea de óptica, perfumes, zapatillas, relojes. También apostamos por la apertura de nuevas tiendas y mercados interesantes, por una diversificación de la compañía. Hay que intentar ser cada día mejor y hacer cosas diferentes. La crisis no puede paralizar la creatividad de las empresas.
¿Qué significa para usted ser creativo?
Fundamentalmente, hacer las cosas de manera distinta a como lo hacen los demás. Cuando sucede una crisis o hay un cambio de ciclo siempre el que encara las cosas de manera distinta es el que sobrevive, hay que aportar algo diferente. No nos puede dar miedo ser creativos, lanzarnos a la aventura teniendo claro cuál es nuestro negocio. Nosotros ya estamos preparados para afrontar esta nueva situación.
¿Qué medidas han adoptado?
Por ejemplo, tenemos en cuenta al consumidor. Es alguien que está ahí y es ahora cuando tenemos que darle nuestro respaldo, ha de sentir que estamos más cerca de él que nunca. No podemos quedarnos indiferentes ante lo que les ocurre a nuestros clientes. Hemos de ajustar el precio, adaptarlo a la nueva situación, ofrecer nuevos productos. Hemos dividido la colección en dos partes. Por un lado, tenemos la línea premium, con prendas más sofisticadas y más elevada de precio, debido entre otras razones a que las prendas se elaboran a mano por un equipo de costureras. Y después tenemos la línea denominada Pure Custo, que es más comercial, con productos más asequibles para todos los bolsillos. Y todo esto sin perder nunca el sentido del humor y la ironía
¿Siempre está de buen humor?
Procuro estarlo. Es una filosofía de vida. No merece la pena estar mal. Cuando surgen problemas se afrontan y ya está. Es muy fácil. Aquí no hay que quemarse por nada.
Recientemente se publicó en un medio de comunicación que un grupo árabe, el holding United Development Company, negociaba la compra de la firma Custo.
Sólo puedo decir que la empresa no está en venta, ni a un grupo árabe ni a nadie. Hace cuatro años ya empezó a hablarse de que la compañía estaba en venta y que la estábamos preparando para que entraran nuevos socios, pero no es cierto. Lo que si hacemos es escuchar a todo el mundo que se nos acerca porque de las relaciones entre personas siempre aprendes mucho. Estamos abiertos a todo pero no vendemos la empresa, eso no significa que no podamos llegar a alianzas estratégicas con terceros, buscar nuevos socios, para implantarnos en otros mercados, que pueden ser complicados para nosotros si lo hacemos en solitario.
¿Para una empresa familiar como es Custo, es difícil competir en un mercado global?
Tan difícil como para el resto. Nunca nos ha dado miedo abrir nuevos mercados y allí dónde veamos nuevas posibilidades de desarrollar nuestro negocio vamos a seguir haciéndolo. Y dónde podamos hacerlo en solitario lo haremos y cuando necesitemos la colaboración de algún socio, la buscaremos. Siempre nos hemos adaptado muy bien a todas las circunstancias.
¿Tienen previsto salir a Bolsa cuando pase el temporal?
Tampoco. No necesitamos la entrada de capital ajeno a la empresa. Mi hermano David y yo nos desenvolvemos bien tal y como estamos.
¿Cuál es el secreto para triunfar en el negocio de la moda?
La clave está en la logística, no en el producto. Las empresas con un tamaño pequeño que compiten con los grandes grupos tienen un gran desequilibrio en ese sentido. El secreto está en tener una logística potente y cuando eres pequeño lo tienes más difícil.
¿En qué papel se desenvuelve mejor, en su faceta creativa o como gestor?
Soy las dos cosas, creativo y empresario, y tengo por responsabilidad que desempeñar ambas facetas. La creatividad es mucho más emocionante, sin duda, que gestionar. Yo a gestionar he aprendido de la vida, del día a día, a base de tropezones, de equivocarme y de saber reaccionar a tiempo. Para gestionar hay que tener olfato. Y para crear, mucha imaginación.
Y usted parece tener ambas cosas...
Puede. Lo importante es tener un buen equipo. Mi hermano y yo nos hemos repartido muy bien las funciones que desempeña cada uno dentro de la empresa. A él le gusta estar detrás y yo soy la imagen de la empresa, el que da la cara.
¿Qué es lo más difícil de gestionar en una empresa?
Sin duda, el equipo humano, sobre todo en este sector, donde la base está en las personas. El negocio de la moda te obliga a ser global, no puedes ser local. Cuando estás en cerca de 60 países, la situación te obliga a tener una logística complicada, has de disponer de especialistas en diferentes áreas, como exportación e importación. Reunir a todo este talento es complejo y requiere tener mucha habilidad en la gestión de equipos.
¿Escasea el talento en el sector de la moda?
En España, al contrario de lo que sucede en Italia, hacen falta especialistas en marketing. No hay demasiados profesionales expertos en esta materia y deberíamos tenerlos.
¿Por qué la moda española no despega?
Porque no se crea industria. El diseñador se ocupa sólo de crear producto pero luego hay que saber venderlo, y eso es lo más difícil. Ser empresario es complicado porque entran en juego muchos factores. La creatividad está muy bien pero hay que venderla, sino de nada sirve. Hay que tener mucho cuidado con la creatividad y con la innovación.
¿Por qué lo dice?
Hay que tener cuidado porque muchas veces si haces cambios demasiado drásticos y modificas la manera de hacer las cosas, te puedes llevar más de una sorpresa. Nuestro modelo es seguir nuestro plan de expansión que tenemos diseñado, siempre adaptándonos a las condiciones del entorno. Cuando el momento económico es malo es cuando tenemos que hacer un esfuerzo para estar al lado del consumidor, de la persona que compra nuestros productos. No podemos vivir al margen de la realidad.
Hace poco anunció que emprendería acciones legales contra la marca Desigual por la imitación de sus diseños y productos.
Teníamos que acabar con esta situación y decidimos tomar esta medida. El proceso sigue su curso y será la justicia la que resuelva el tema. Lo que sucede es que todo transcurre de manera muy lenta, lamentablemente.
También demandó al portal de internet Ebay por vender prendas falsas como auténticas camisetas Custo Barcelona.
Lo de las imitaciones es terrible y la justicia en el tema de la moda no actúa de manera contundente y clara. Tiene que haber una regulación para el tema de las falsificaciones porque las medidas que se toman ahora resultan caras y poco efectivas porque no se acaba con el problema. Las falsificaciones perjudican a la industria de la moda. El problema está en el origen de la fabricación. En China no pasa nada con el tema de las imitaciones.
¿No es halagador que te imiten?
En esto sucede como con las medicinas, en la correcta medida te curan, cuando se sobrepasa la dosis son nocivas. Nos pasó una cosa curiosa, como nos parecía tan escandaloso lo de las falsificaciones, mi hermano se fue a vivir dos años a China porque nos habían comentado que el gobierno chino actuaba de manera contundente si eras residente. Abrimos tienda y al principio tuvimos algún éxito, pero al primero que no le interesa que la situación cambie es al gobierno chino. Al final, tuvimos que cerrar.
¿El mercado español ha aceptado bien sus prendas?
España va bien y mantenemos nuestro plan de expansión, pero podía ir mejor. En 2008 inauguramos 10 tiendas en España y este año abrimos en San Sebastián. Entre el 70% y el 80% de lo que fabricamos lo exportamos a mercados mucho más fáciles para nosotros que España. Por ejemplo, Estados Unidos e Italia son destinos que funcionan mucho mejor que España. Este año abriremos nuevos mercados como Rusia, Singapur, Golfo Pérsico, Miami. Nuestra idea es seguir con nuestro plan de expansión, a pesar del momento.
'Una camiseta da para mucho'
Más de tres millones de prendas de Custo Barcelona circulan por el mundo, de ellas millón y medio son camisetas. Las tiene de todos los colores, tamaños, formas y texturas. 'Una camiseta da para mucho, puedo seguir innovando sobre una prenda de este tipo. Habré hecho 21.000 tipos de camiseta y puedo seguir hasta 42.000. Con todo, se puede innovar, sólo hay que echarle imaginación y ganas', afirma el diseñador en su despacho neoyorquino, rodeado de las prendas para el otoño de este año, que fueron presentadas en sociedad la semana pasada en la Fashion Week de la Gran Manzana.Pero no hay que esperar hasta el otoño, ahora mismo en las tiendas de Custo hay un amplio surtido de camisetas y de prendas con las que amenizar el verano. Las camisetas de la línea Pure tienen un precio de 35 euros, pero la prenda estrella de la temporada son unas zapatillas deportivas, para la ciudad. 'Son divertidas, aportan un toque fresco y las hay de varios colores, estampadas, manchadas o bordadas. Son tanto para ellas como para ellos', asegura. Está encantado con la nueva criatura y añade que lo mejor es combinarla con alguna de las camisetas creadas para la ocasión. Son pequeñas obras de arte que reflejan el espíritu de la marca.Custo Barcelona cerró 2008 con una facturación de 80 millones de euros, frente a los 72 que ingresó el año anterior, y espera mantener el mismo ritmo de crecimiento durante el presente ejercicio. El 30% de su colección la vende en el mercado nacional, el 20% en EE UU, el 17% en Italia, y el 10% en Francia.