Solbes pide a la banca que sanee su balances "con apoyo público si es necesario"
El vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, consideró hoy necesario despejar "toda duda" sobre la solvencia de las entidades financieras en un momento como el actual, por lo que apostó por reconocer pérdidas y sanear balances "con apoyo público si es necesario".
Así lo puso de manifiesto durante una conferencia organizada por ABC, donde explicó que la intervención pública que se está acometiendo para hacer frente a la crisis va desde la financiación hasta la compra de activos tóxicos o la recapitalización con fondos públicos, "llegando incluso a procesos de nacionalización de entidades".
En este punto, Solbes comentó que, por otro parte, el término "nacionalización se está usando de manera muy distinta que en los últimos años".
Según Solbes, este amplio abanico de medidas ha permitido evitar el colapso financiero y recuperar "cierta normalidad" en el sector, pero no restablecer el funcionamiento de los mercados, ya que la crisis, lejos de remitir, se ha intensificado en los últimos meses, como demuestra el colapso de la demanda y el retraimiento del crédito.
El vicepresidente económico del Gobierno indicó también que es más importante que nunca "seguir avanzando en la integración de la UE" con el fin de desarrollar un acción coordinada, escenario en el que el euro tiene, en su opinión, un papel relevante.
Cumbre del G-20
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, afirmó hoy que si la cumbre del G-20 que se celebra en Londres el próximo 2 de abril es un "éxito", el segundo semestre ofrecerá mejores perspectivas y se caracterizará por ser un punto de inflexión en la salida de la crisis.
Durante su intervención en la V Conferencia Internacional de ABC "Europa y América ante los cambios", Solbes destacó que, si en Londres "somos capaces de llegar a conclusiones válidas para la economía global, podemos empezar a pensar en ser más optimistas para encontrar una salida a la crisis".
Solbes reiteró que España se encuentra en una situación relativamente mejor que los países del entorno, por la solvencia del sector financiero, que apenas ha estado expuesto a los activos tóxicos, y por su mejor posición de partida en deuda pública, de la que aseguró que "en ningún caso, ni siquiera en este", puede ir más allá del 60 por ciento del PIB.