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Industria

La propagación de la crisis desploma la actividad industrial en todo el planeta

El índice de producción industrial de la zona euro cayó en noviembre un 7,7% en términos interanuales, según las cifras publicadas ayer por Eurostat. España, con un 15,1%, lidera la clasificación de caídas en la Unión Monetaria. La crisis económica está causando un desplome del sector secundario a lo largo del planeta. Sólo algunos países emergentes resisten en números negros, pero con pendiente claramente negativa.

Si el embrión de la mayor crisis económica desde la Gran Depresión de 1929 fue el mercado de la vivienda (y las tristemente famosas hipotecas basura de Estados Unidos), su desarrollo está llevando a desplomes generalizados en otros sectores, fundamentalmente el industrial. Las principales economías del planeta muestran una evolución a la baja en sus índices de producción industrial (IPI), que en la mayoría de los casos se traducen en variaciones interanuales negativas. La oficina estadística europea Eurostat publicó ayer los datos agregados del mes de noviembre para la zona euro, en los que se aprecia una caída del 7,7% respecto al año anterior y del 1,6% frente al mes de octubre. Los descensos más acusados se centraron en los bienes intermedios (-11,2%), bienes de consumo duradero (-10,3%) y bienes de equipo (-8%). Pero incluso los capítulos con mejores resultados presentan caídas interanual: bienes de consumo no duradero (-2,7%) y energía (-3,6%). La actividad industrial de los 15 países que comparten el euro suma así seis meses consecutivos de deterioro, en una tendencia a la baja claramente acelerada.

De forma sintomática, España, con una caída del 15,1%, encabeza la lista negativa en la Unión Económica y Monetaria, y sólo Estonia presenta un resultado peor entre los 27 países de la Unión Europea. No hace todavía dos años, desde el Gobierno se citaba al sector industrial como la gran esperanza para tomar el relevo de la construcción, que ya empezaba a mostrar síntomas de declive. Pero la agudización de la crisis interna, unida al descalabro financiero mundial, ha llevado a mínimos la confianza de las empresas, el consumo y la propia actividad de la industria. El índice de producción industrial registró en noviembre una caída interanual del 15,1%, una vez corregidos los efectos del calendario. Se trata del mayor descenso desde que el Instituto Nacional de Estadística comenzó a elaborar el indicador, hace ya 32 años.

Los mayores retrocesos se produjeron en los bienes de consumo duradero (23,9%), los intermedios (23,7%) y de equipo (16%). El descalabro se extendió incluso al sector de la energía, con una caída del 2,6%. Por ramas de actividad, la automoción, la metalurgia, los equipos informáticos y los muebles registran caídas superiores al 30%.

EE UU suma a la debilidad de la industria una fuerte caída, del 9,8%, en el volumen de ventas en el comercio, muy por encima de lo estimado por los analistas

Impacto laboral

La caída de la producción tiene su más duro reflejo en la evolución del empleo. Según las cifras de la Seguridad Social, durante el conjunto del año pasado se perdieron 180.075 empleos en la industria manufacturera, de los que sólo en el último mes se concentraron 44.038. La situación de las fábricas de automóviles, con expedientes de regulación de empleo que afectan a más de 60.000 personas, suponen un ejemplo claro del deterioro del panorama industrial.

Aunque sin llegar al desplome español, la producción industrial del resto de las grandes economías europeas también muestra signos de declive. En el principal motor económico del continente, Alemania, el IPI cayó un 6,6% en noviembre, su tercer mes consecutivo a la baja. La noticia es especialmente desesperanzadora, una vez que la oficina estadística del país confirmó ayer que sólo la demanda interna evitó que el conjunto de 2008 se cerrase con una caída del PIB. Las cifras de la industria denotan que ya no sólo son los mercados de exportación los que no funcionan, sino que los engranajes internos de la actividad también se encuentran oxidados, como demuestra la caída del 30% en la entrada de pedidos de bienes de equipo. El segundo plan de rescate del Gobierno de Angela Merkel, anunciado el lunes y valorado en 50.000 millones de euros, pretende contener la hemorragia.

Peor aún es la situación del sector secundario en Francia, que encadena un semestre de bajadas y sitúa la variación interanual en el -10,7%. Italia, otra de las cunas industriales de Europa, se suma a la sangría con una caída del 9,7%, mientras que el Reino Unido aporta otro descenso del 8%.

Países emergentes

Pero la herida que la crisis económica está causando en el sector secundario no es, ni mucho menos, exclusiva de los países europeos. Según afirmó el lunes su presidente electo, Barack Obama, Estados Unidos se adentra en una crisis 'como no se ha visto antes'. La actividad industrial cae a un ritmo interanual del 5,5%, y los síntomas también se dejan notar bien a las claras en la industria de la automoción: el Congreso tuvo que aprobar en diciembre un préstamo de 13.400 millones para dotar a Chrysler y General Motors de caja suficiente para no caer en la bancarrota. Pero no sólo la industria castiga a la principal economía del planeta: también el índice de ventas al por menor retrocedió en diciembre un 9,8% en términos interanuales. El mal dato, que dobla a la baja las previsiones de los analistas, provocó ayer una fuerte caída de las bolsas internacionales.

Tampoco la segunda economía del planeta se libra del deterioro del sector secundario: la producción industrial de Japón, que en septiembre todavía tenía un leve crecimiento interanual, cayó a plomo apenas dos meses más tarde, a una tasa negativa del 16,2%. Con cifras como esa, el antiguo imperio del sol naciente se encuentra a las puertas de enfrentarse a una revisión de su pesadilla económica de los años noventa.

Hasta la fecha, sólo algunos países emergentes logran crecimientos en su actividad industrial, aunque de forma mucho más moderada que en periodos anteriores. El mejor ejemplo en este aspecto lo ofrece Brasil: de crecer casi un 10% en septiembre, la producción industrial cayó en noviembre hasta un 6,2% en tasa interanual. En China, país conocido como 'la fábrica del mundo', el índice de producción industrial todavía crecía en noviembre un 5,4%, pero la tendencia declinante se plasma en que el aumento no llega a la mitad del experimentado apenas dos meses antes. De hecho, numerosas fábricas están empezando a cerrar a la vista del debilitamiento de la demanda exterior, lo que puede producir una reversión del éxodo del campo a la ciudad de los últimos años, con sus consiguientes problemas sociales.

También los otros dos países conocidos como BRIC, Rusia e India, presentan pendientes similares en su actividad industrial, que hacen temer que en el año entrante nadie se libre de los descensos en el sector secundario.

Malos augurios para el sector secundario español

La negativa evolución que viene sufriendo la industria española en los últimos meses (coronadas con la caída récord del IPI en noviembre) puede estar lejos de terminar. El Instituto Flores de Lemus, un centro de análisis adscrito a la Universidad Carlos III de Madrid, acaba de modificar a la baja sus previsiones sobre el índice de producción industrial -basadas en indicadores como el consumo de cemento o el índice de confianza de la industria-, que ahora quedan en caídas medias del 9,6% para este año y del 6,1% en 2010. A falta del dato de diciembre, el índice cerrará 2008 con una caída media del entorno del 6%.

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