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Proceso

Bruselas investiga a S&P por cobro de comisiones abusivas

La Comisión Europea abrió ayer una investigación por abuso de posición dominante contra la agencia de rating Standard & Poor's. Bruselas sospecha que la firma impone unos contratos leoninos a los bancos europeos que quieren información financiera estadounidense.

La apertura del expediente demuestra la creciente inquina hacia las agencias de calificación, a las que una parte del mercado y de las autoridades culpa en gran medida de la debacle financiera actual. Bruselas ya anunció el mes pasado la creación de un registro europeo para obligar a las agencias a respetar ciertas normas de transparencia y a publicar la metodología en la que basan sus valoraciones.

Ahora, la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, arremete contra las prácticas comerciales de S&P, una de las compañías que, junto a Moody's y Fitch, dominan el mercado mundial de las calificaciones crediticias. Bruselas cree que S&P podría estar cobrando a los bancos europeos unas comisiones abusivas por acceder a determinados datos sobre productos financieros emitidos en EE UU.

La compañía, según las primeras pesquisas de la CE, incluso obliga a las entidades europeas a abonar servicios en los que no están interesadas, como la base de datos que S&P gestiona en nombre de la Asociación Bancaria Estadounidense.

La investigación se ha puesto en marcha después de que varias asociaciones de inversores y entidades financieras presentaran en la CE una queja contra la agencia estadounidense.

Si Bruselas confirma las acusaciones, podría obligar a S&P a modificar su estructura de tarifas y servicios y castigarla con una sanción de hasta el 10% de su facturación.

El origen de la infracción, según la CE, se encuentra en el monopolio que S&P tiene en EE UU para la identificación normalizada de los productos financieros emitidos en ese país a través del código ISIN.

Esa nomenclatura, desarrollada en base a un estándar ISO (organización internacional para la estandarización, en inglés), resulta imprescindible para informarse sobre esos valores en todo el planeta.

S&P, según el departamento de Competencia de la CE, cobra comisiones a sus clientes europeos cada vez que utilizan el código para acceder a información sobre un producto o emisor a través de intermediarios como Reuters o Bloomberg.

Entre las víctimas de esa práctica figuran bancos y fondos de inversión que se ven obligados a pagar a S&P los cánones necesarios para poder utilizar toda su base de datos ISIN, aunque no tengan necesidad de ese servicio.

Y la agencia no parece permitir que ninguna entidad se libre de ese pago. Según la queja recibida por la Comisión, S&P obliga a Reuters o Bloomberg a cancelar el suministro de información financiera a aquellas entidades que no han aceptado los términos exigidos por la agencia de calificación.

Bruselas, de todos modos, recordó ayer que la apertura del expediente no quiere decir que S&P sea culpable y espera oír su defensa.

La CE quiere limitar los servicios cruzados

La investigación de la CE sobre Standard & Poor's no atañe a su labor principal (la emisión de calificaciones sobre la solvencia de una empresa), sino a un servicio adicional, como es el de la identificación internacional de valores emitidos en EE UU.Pero es esa dispersión en la actividad de las agencias, precisamente, la que están intentando atajar los reguladores por los conflictos de interés que puede generar. El proyecto de Reglamento de la UE sobre agencias les prohíbe ofrecer servicios cruzados, como los de consultoría, a las empresas valoradas. Esa norma también exige que las agencias se abstengan de hacer recomendaciones, incluso informales, sobre el diseño de productos estructurados que después van a valorar.Algunos clientes tampoco parecen satisfechos con la estrategia comercial de las agencias. Y en España, por ejemplo, tres entidades financieras (Bancaja, CAM y Banco Pastor) han cancelado recientemente sus contratos con S&P.

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