Una mirada histórica y artística a la crisis de 1808
Fusi y Calvo Serraller ofrecen una amena descripción del siglo XIX.
A partir de 1808 se abre la historia de la España liberal y constitucional, con sus retrocesos, contradicciones y etapas autoritarias. Juan Pablo Fusi (San Sebastián, 1945) y Francisco Calvo Serraller (Madrid, 1948) se unen para ofrecer una doble visión, la histórica y la artística, de un periodo crucial de la historia, el que tuvo lugar entre los años 1788 y 1840, cuando la estructura político-social del país se transformó radicalmente, y el panorama artístico inició una nueva fase.
Por la independencia. La crisis de 1808 y sus consecuencias (Taurus, 240 páginas, 52 euros) permite una lúcida y amena comprensión de las consecuencias que esa etapa ha tenido para España y para América. 'A partir de 1808 la soberanía radica ya en el pueblo y por tanto se puede decir que toda la historia española tiene su origen en la gran crisis del periodo 1808-1814. La antigua América Española nace a partir de 1810, con las declaraciones de independencia que se consolidan a partir de 1824', explica Juan Pablo Fusi, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense.
La narración de Fusi parte desde las tranquilas aguas de la Ilustración de Carlos IV. España podía haber tenido una evolución 'tranquila', destaca Fusi, pero los acontecimientos desencadenados tras la Revolución Francesa y las guerras napoleónicas, con España convertida en un satélite de Francia, 'dan un giro decisivo a nuestra evolución histórica'.
La Guerra de Independencia dejó a España enfrentada y devastada, y el absolutismo de Fernando VII la llevó a un nuevo desastre: la pérdida de su imperio ultramarino. Lujosamente editado, la portada del libro está ilustrada con la obra de Antonio Gisbert El fusilamiento de Torrijos, uno de los episodios de la política represiva de Fernando VII. 'España debió perder unos 20 años por la absoluta incapacidad y desinterés de Fernando VII por la gestión del Estado', apunta Fusi. Las posibilidades del monarca 'eran enormes', recuerda el historiador. 'Era un rey popularísimo, aclamado por su pueblo. Pocas personas han tenido tantas posibilidades de hacer una política nacional de conciliación. Era necesaria la reconstrucción del país y él no fue capaz de visualizar ni de acometer'.
Un capítulo que ilustra este panorama de crisis e inestabilidad en todos los ámbitos del país es la independencia de las colonias americanas. 'En 1808-1810 las reclamaciones de los americanos no son la independencia, sino el autogobierno y derechos constitucionales y, tal vez, de haberse satisfecho esas aspiraciones se hubiera retrasado el proceso de concienciación de América como algo distinto de España', señala Fusi.
Tras los procesos de independencia latinoamericanos, España vivió momentos de incertidumbre, y la guerra civil trajo un régimen liberal cuyas debilidades eran patentes. Este singular clima genera una hispanofilia romántica, que es analizado por Calvo Serraller.
Episodios graves de la historia, pero que se apartan de la visión pesimista de nuestro pasado, de la España negra. 'Desde 1975, el hecho de que la historia española fuera bien nos ha reconciliado con una visión menos catastrofista del pasado español'.
El descubrimiento del arte español
Por el aislamiento que vivió España y por el hecho de haber optado por la corriente naturalista, frente el clasicismo dominante en Europa, el arte español permaneció ignorado durante la Ilustración. Pero con la Guerra de la Independencia y la llegada de extranjeros a nuestro país, empieza a ser apreciado con intensidad. 'También hay que tener en cuenta que en el siglo XIX se abre el Museo del Prado y esa colección que era de los Reyes queda disponible para los turistas', señala Calvo Serraller, catedrático de Historia del Arte en la Complutense y académico de Bellas Artes.Calvo Serraller se detiene en la grandeza artística que representa la obra de Goya. 'Por una parte, Goya corona la escuela española pero también abre el arte contemporáneo'. Para Calvo Serraller, es difícil competir con el artista de Fuendetodos y no sólo sus contemporáneos españoles, sino de cualquier parte del mundo. 'Es difícil encontrar una figura con la cantidad de registros de Goya', asegura.