La moda española de lujo se abre camino en Kuwait
El Spanish Fashion Show introduce doce firmas en el Golfo.
Doce diseñadores españoles, quince modelos por firma y una gran aventura en un país desconocido para muchas marcas nacionales que, sin embargo, se han percatado de que pueden encontrar una buena oportunidad de negocio en Kuwait, a pesar de contar con importantes diferencias culturales.
El Spanish Fashion Show ha sido el proyecto de internacionalización de moda y joyería española en Oriente Próximo de Blectasel Trade, una pequeña compañía española que trata de 'ayudar a las marcas españolas a entrar en el Golfo Pérsico', destaca su presidente, y profesor de la escuela de negocios IESE, Xavier Oliver.
'Conocer de cerca el mercado kuwaití, para el que trabajaba desde años en marketing de moda, supuso una gran sorpresa. Me llamó la atención cómo en espacios tan pequeños en superficie podían estar establecidas tantas marcas y de tan distinta procedencia. Pensé que era una gran oportunidad para la moda española', comenta Marta Montesinos, consejera delegada de Blectasel.
'Adaptar el diseño es fundamental', señala Oliver, presidente de Blectasel Trade
Así fue como 12 diseñadores españoles de élite desembarcaron en territorio kuwaití con sus numerosas propuestas. La presentación de los modelos se llevó a cabo a través de dos exposiciones; una privada, en el Salwa Sabah Al Almad Theather and Hall del Marina Hotel, donde la princesa Paula Al-Sabah actuó como anfitriona, y otra más comercial en Villa Moda Free Zone, un centro comercial de moda de lujo a la que fue convocado el público general.
'Nuestra intención es acompañar a las marcas españolas hasta el final del proceso, hasta el momento en el que inicien las relaciones comerciales en el Golfo', añade Xavier Oliver.
La mitad de las marcas que debutaron en esta presentación (Miguel Palacio, Fernando Lemoniez, Francis Montesinos, Victorio & Lucchino, Juanjo Oliva, Carmen March, Santiago del Palacio, Monoplaza, Teresa Palazuelo, Violeta e Federico, Melly Mello y Vasari), han obtenido ya algún tipo de acuerdo con tiendas de la zona para vender sus modelos. Además de las firmas de alta costura, se incluyen las áreas de moda infantil y el sector de la joyería.
Para continuar con esta propuesta de internacionalización, la compañía prepara una segunda visita con aquellas firmas que todavía no han entrado en el mercado kuwaití. 'Tras un año de coordinación y comercialización de la idea, donde hemos trabajado con todas las marcas, producto, precios e imagen, todos los participantes hicieron un esfuerzo económico por participar en esta nueva singladura', afirma Marta Montesinos.
Y aunque haya oportunidad de negocio, estos expertos aseguran que adaptar los diseños a los gustos y a la cultura del país puede ser una de las claves del éxito.
'Hay diseñadores que son muy universales, pero en muchas ocasiones no puedes llevar lo que hay aquí sin más; hay que adaptar las colecciones a la moda del Golfo. Los tallajes son distintos y los gustos también', comenta Xavier Oliver.
Según el presidente de Blectasel, existen algunos cambios que pueden ayudar mucho a vender. 'Si tienes en cuenta, por ejemplo, los acabados que gustan allí, tienes mayores posibilidades de triunfar', añade.
Un mercado lleno de posibilidades
æpermil;sta ha sido la primera iniciativa de la empresa española Blectasel Trade, sin embargo, sus directivos aseguran que no se trata de un proyecto exclusivo para la moda y que existen otros muchos productos que pueden tener cabida en este territorio. ¿Por qué no los quesos? -comentaba el presidente de Blectasel Trade, Xavier Oliver-. 'Tenemos grandes quesos en España, podría ser otro proyecto interesante', apunta.'Muy rápido compruebas que te encuentras ante el mercado más sofisticado del mundo, ubicado en países muy jóvenes, ya que la mitad de la población ronda los 30 años, con economías muy rápidas y una demanda creciente. Un dato curioso, en Kuwait en los últimos tres años las importaciones de marcas de moda han crecido un 155%', señala Marta Montesinos, consejera delegada de la compañía.Eso sí, las diferencias culturales existen, una de las razones que motivó que las modelos para los diseños fuesen maniquíes y no personas de carne y hueso.